La alcaldesa de Cáceres, Carmen Heras, zanjó ayer de un plumazo la polémica en torno a la fiesta de San Blas, prevista para hoy, y un día después de que el ayuntamiento anunciara en un comunicado su intención de suspender la actuación de los coros y danzas por las previsiones de lluvia, rectificó y aseguró que el escenario se instalará "llueva o no a chuzos".

La regidora cacereña dio instrucciones del montaje a primera hora de la mañana de ayer cuando, a través de este diario, conoció el malestar de la asociación de vecinos del barrio por la cancelación de parte del programa de una de las fiestas más tradicionales que se celebran en la ciudad (se remonta al siglo XVI).

La mandataria municipal reconoció incluso como un error el envío a la prensa de ese comunicado y admitió que "no tuvo que hacerse porque no estábamos en vísperas de la fiesta y no hay por qué plantear un problema antes de que exista. O sea --recalcó Heras-- que ese comunicado no debió de hacerse".

La dirigente socialista definió como "exceso de celo" la actitud de la concejala de Festejos, María José Casado, y defendió su labor diciendo que había sido "malinterpretada" puesto que su decisión de haber cancelado los coros y danzas obedeció solo a las previsiones meteorológicas. "El ayuntamiento --justificó Heras-- ha intentado prever una situación meteorológica habida cuenta que pocas veces se equivoca la gente del tiempo".

La alcaldesa insistió sobre este punto al añadir que "el ayuntamiento, como todo el mundo puede entender, no tiene ningún interés en estropear la fiesta de San Blas, faltaría más. Y poner un escenario o no ponerlo --esgrimió-- no tiene ninguna trascendencia para las arcas municipales, ni mucho menos para los presupuestos de una concejalía. Me parece que los barrios no pueden ponerse tan nerviosos por tan poca cosa".

Sin embargo, Carmen Heras, conocedora del coste político que medidas tan impopulares pueden acarrear, especialmente en una ciudad como Cáceres, hizo que su concejala enmendara la decisión. "Por supuesto que se va a poner un escenario, lo confirmo, y aunque llueva hay paraguas", concluyó.

¿Acudirá la alcaldesa hoy a la festividad de San Blas? De momento, el gabinete de prensa del ayuntamiento solo confirmó ayer su asistencia a la comida del Pleno del Consejo General de Licenciados en Educación Física en el Hotel Oquendo, a las dos de la tarde.

MALINTENCIONADA Horas antes, la concejala de Festejos mostró a este periódico su sorpresa por la queja vecinal y definió de "malintencionada" la polémica. Casado, visiblemente molesta, cuestionó a quienes, según ella, han pensado que "somos malísimos si no montamos el escenario". La edil justificó su decisión diciendo que se basaba en razones fundadas: su afán de precaución, vista la experiencia que tiene su departamento en casos de lluvia cuando se trata de acontecimientos que se celebran al aire libre.

Casado añadió que antes de adoptar esta medida había hablado con el presidente vecinal de San Blas, Juan Antonio Hernández, y con el párroco Antonio Pariente: "el párroco me dijo que le parecía completamente lógico que no se montara el escenario si llovía, esas fueron sus palabras".

La edil negó que hubiera tomado una decisión unilateral y aseguró sentirse "dolida" por las críticas del presidente de San Blas, que le recriminó la falta de compromiso del ayuntamiento con el barrio. Casado recordó a Hernández que el consistorio paga parte de las chuletas y que otorga una subvención a la barriada para el montaje. Posteriormente, el equipo de gobierno aclaró este extremo e informó de que patrocina con 5.100 euros los actos que rodean a la fiesta de San Blas (escenario, grupo folclórico y aportación a la asociación de vecinos para sufragar la chuletada y el ponche).

Antes de las manifestaciones de la alcaldesa y preguntada sobre si finalmente se montaría el escenario, Casado respondió: "A nosotros nos da igual, tengo a funcionarios serios y trabajadores que pueden montar el escenario. Que decida la alcaldesa".

LAZARO GARCIA El Partido Popular también habló de la polémica. Lo hizo Lázaro García, el que fuera concejal de Festejos con Saponi. "Estoy triste, extrañado y sorprendido", aseguró el edil, que relató cómo desde su gabinete siempre intentó "potenciar las fiestas populares". Añadió que cuando su partido gobernaba la ciudad "todo, también la lluvia, se preveía y si eso está contratado, se tira adelante para que el barrio no pierda la tradición". García hizo una llamada "a la cordura" y recordó que la fiesta de San Blas "es de toda la ciudad, es de toda la vida, es un orgullo para Cáceres".

Quienes sí estaban orgullosos eran los vecinos de San Blas o al menos el hombre que los representa. Juan Antonio Hernández, enfrascado ayer por la tarde en la sede vecinal en el adobo de las chuletas que hoy tienen previsto repartir gratis, comentó: "Me parece estupendo, estamos contentos y nos ha parecido una buena decisión de la alcaldesa".

Hernández apuntó que a la asociación le "daba igual" que el ayuntamiento hubiera cancelado los actos de la tarde porque la fiesta se habría celebrado igual: "teníamos pensado regalar las chuletas, el ponche, hacer la subasta, la mesa de ofrendas, la venta de roscas y cordones...". El conocido líder vecinal insistió en que la decisión del ayuntamiento fue precipitada, "A lo mejor llueve, vale, pero también dijeron que iba a llover ayer y no lo hizo, quiero decir que con el tiempo nunca se sabe".

Finalmente, el responsable de la asociación de vecinos recordó que este año se ha aumentado el número de regalos para los niños y mayores que acudan vestidos con refajos a la fiesta y que además se realizará un sorteo.