El pasado miércoles arrancaron las obras para la reordenación del tráfico en el acceso a la gasolinera Mirat, concretamente en el cruce que une las vías de Gil Cordero y Gómez Becerra. La actuación, acometida con el objetivo de mejorar la seguridad y otorgar mayor fluidez, incluye, además de la remodelación de tráfico, cambios en los sentidos de circulación y pasos de peatones, así como la colocación de semáforos.

En estos momentos, en el acceso a la gasolinera se están construyendo una serie de isletas que reducirán el número de vías de acceso a la estación de servicio, pasando de tres a solo dos entradas. Aunque, sin embargo, éstas aportarán una mejor organización. Si anteriormente se podía acceder a la gasolinera directamente por tres calles: Gil Cordero, Obispo Jesús Domínguez y Gómez Becerra, ahora tan solo se podrá por las dos primeras. El acceso por Gómez Becerra se desviará a una glorieta en la vía Obispo Jesús Domínguez, con vistas a evitar la común aglomeración de turismos en el punto donde coinciden ambas calzadas.

La obra se prolongará las próximas tres o cuatro semanas, según las previsiones del ayuntamiento, aunque las expectativas son esperanzadoras y se espera incluso acortar dichos plazos. Además, durante todo el proceso van a tener lugar cortes puntuales en algunas vías, así como desvíos de la circulación, por lo que desde el ayuntamiento se insta a los ciudadanos a que presten especial atención a la colocación de nuevas indicaciones.

REFORMA POSITIVA A priori, Ignacio Mirat, encargado de la gasolinera Mirat, espera que la "reestructuración afecte de manera positiva", ya que en estos momentos, con la obra en plena fase de ejecución, la estación de servicio está registrando "un 50% menos en materia de ventas", confiesa. En cambio, el encargado reconoce que "para mejorar siempre hay que hacer un esfuerzo", que "de momento estamos aguantando" y que la obra "puede terminar siendo muy provechosa", señala. "Según como veo el planteamiento, la entrada será más cómoda, no se formarán los tapones que habitualmente se producen en horas puntas, cuando se agolpan tres o cuatro vehículos en cada una de las calles con acceso", concluye Mirat.

Sin embargo, Alberto Iglesias, frecuente usuario de la estación de servicio, no las tiene todas consigo acerca de la reordenación del tráfico y considera que "puede acabar siendo peor el remedio que la enfermedad". "No sé que pensar. Van a evitar que se formen los atascos justo en la entrada de la gasolinera, pero se van a producir embudos en otras vías", apunta.

La obra, llevada a cabo por Jebesa, empresa concesionaria del contrato de señalización en la ciudad, es una actuación complementaria a la peatonalización de la calle San Pedro de Alcántara y cuenta con un presupuesto de 15.000 euros.