La muralla de Cáceres lleva en pie desde el siglo XII, incluso tiene tramos de la época romana, pero su antigüedad no la hace precisamente infalible. Las continuas lluvias están provocando derrumbes en algunas construcciones similares del país (Toledo y Jerez de los Caballeros), sucesos que hacen temer por la integridad de la muralla cacereña, en la que además se han detectado diversas patologías. "Es un tema que nos preocupa, por eso volvemos a llamar la atención de la Junta de Extremadura, institución que tiene las competencias (...) Hay que planificar una actuación integral y abordarla, no debería demorarse", declaró ayer a EL PERIODICO Víctor Santiago Tabares, concejal de Innovación y E-Gobierno del ayuntamiento.

La muralla necesita una intervención general. Así se recoge en el estudio realizado en el año 2007 con fondos del Ministerio de Cultura, que analiza todas sus patologías y las actuaciones precisas. "Se debe perfilar un plan director que concrete qué hay que hacer y el orden de prioridades, y financiarlas año tras año a medida que se disponga de recursos. El ayuntamiento no tiene dinero para un proyecto de este tamaño, por eso lo venimos pidiendo a la Junta", explica el concejal.

De hecho, las reformas realizadas en la muralla durante los últimos años han sido puntuales y afrontadas por el ayuntamiento con fondos recabados aquí y allá (ayudas europeas, Ministerio de Cultura, ahora el plan E para acondicionar la Torre de Bujaco...). "Hemos consolidado espacios como la Torre de los Pozos y del Horno, pero son trabajos minúsculos para una muralla Patrimonio de la Humanidad", subraya Tabares. En cualquier caso, la construcción está demostrando su solidez pese a la lluvia. "Resiste bien, no hemos tenido problemas graves, pero este tipo de elementos pueden durar 800 años y venirse abajo en cualquier momento", advierte.