El mercadillo de la plaza alcanza su ecuador con un balance agridulce hasta el momento. En los últimos quince días, después del puente de la Constitución, la feria comercial ha sufrido un importante descenso en la afluencia de público, hasta un 60%, según datos de la organización. Tampoco las ventas cubren las expectativas hasta ahora, con una reducción respecto al volumen de negocio del año pasado, según algunos de los vendedores consultados por este diario.

A pesar de ello, la organización considera que la iniciativa cumple los objetivos, principalmente el atraer más gente a la zona; está logrando resultados más o menos "sostenibles" y se espera que tanto la afluencia como el nivel de ventas repunte en los días previos a la festividad de Reyes Magos.

Fernando Cardona, responsable de la empresa contratada por el colectivo de comerciantes para gestionar la feria, valoró ayer que la apertura de la pista de hielo en la plaza de toros y los puestos de venta de Cánovas han restado público a la plaza Mayor. En su opinión, podría plantearse el próximo año como un complemento más instalar la pista de patinaje sobre hielo en el Foro de los Balbos.

TONICA GENERAL "El mercadillo ha perdido la fuerza de la novedad, pero va bien en términos generales y los objetivos más o menos se cumplen, pero la gente ha bajado muchísimo después del puente, entre un 50 o 60%, y lo han notado también las tiendas y los bares de la zona", apuntó.

A pesar de las diferencias respecto al 2004, según Cardona, sigue siendo una feria "sostenible", aunque "no deja grandes beneficios". También señaló que ésta es la tónica general que se está viviendo en la mayoría de los mercadillos que se celebran por estas fechas en otras muchas ciudades de España.

"Estamos contentos, pero la venta es muy irregular", aseguraba ayer Elisa Malosevich, responsable de uno de los puestos de venta de bufandas, de las que vende una media de una decena al día. Como la mayoría de los vendedores, es el primer año que acude a Cáceres y dice que se "esperaba más".

Esta es la opinión generalizada de los vendedores consultados ayer por EL PERIODICO, que pagan entre 2.000 y 900 euros por sus puestos, según confirmaron ellos mismos. Todos coincidieron en que los días del puente de la Constitución fueron los de mayor afluencia de gente y volumen de ventas.

Algunos vendedores aprovecharon el día de ayer para hacer un paréntesis y celebrar la fiesta navideña con la familia, por lo que muchos de los puestos estuvieron cerrados al público.