La base militar de Santa Ana queda como uno de los tres centros para formación de tropa que hay en la península, los otros están en San Fernando, en Cádiz, y en Calatayud, hay un cuarto centro, situado en Canarias. Esta distribución figura en la reestructuración de los centros docentes militares del Ejército de Tierra, firmada el pasado junio por el jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Fulgencio Coll, quien visitó la base de Cáceres el pasado martes, una visita de trabajo de la que se dio una información escueta y en la que se añadía que el jefe del Estado Mayor del Ejército garantizaba el uso y la continuidad de la base cacereña como centro de formación. (Su nueva denominación es Cefot, que sustituye a la de Cimov).

Este es el uso que la base tiene ahora y es el que seguirá teniendo para el Ejército. El anuncio de Coll aleja la posibilidad de traslado de una nueva unidad que diese contenido a la proyectada ampliación de la base. No obstante, esta posibilidad dependerá de la voluntad política de las tres partes que firmaron el protocolo de actuación en diciembre de 2008, un protocolo firmado por el Ministerio de Defensa, por la Junta y por el ayuntamiento y que está en fase de prórroga, una extensión de plazo para su desarrollo que acaba el 2 de diciembre.

En este protocolo se preveía la ubicación en la base militar cacereña de una unidad de ingenieros. Para dotar de financiación a esta operación se proyectaba una variación de los usos urbanísticos de terrenos situados enfrente de la base militar y que son de Defensa. Pero esa posibilidad de que en Cáceres se pudiese ubicar una unidad de ingenieros se ha ido desvaneciendo, tanto por declaraciones de la propia ministra como en la última visita a la ciudad de la directora de Infraestructuras de Defensa, que indicó que no está decidido qué unidad se instalaría en la proyectada ampliación.

Con la nueva reestructuración de los centros docentes, la tropa ya no irá a las academias. Hace nueve años, cuando por primera vez se habló del cierre de la base, fue lo contrario. La formación de los soldados profesionales se iba a llevar a las academias y los centros de instrucción, como el de Santa Ana, quedaban sin contenido. Ahora centros como el de Cáceres o San Fernando quedan para la formación de la tropa de armas (infantería, caballería, artillería e ingenieros). En Calatayud se forman los especialistas.

La reestructuración es de junio y será el 1 de enero cuando ya toda la tropa se forme en los tres centros de la península, más el de Canarias, más especifico.

La nueva ordenación coincide con uno de los periodos con menos oferta de plazas de soldados profesionales, la del 2010 ha sido la más baja desde el final del servicio militar obligatorio, pero garantiza que la base militar cacereña continuará con un uso: la formación de tropa.