¿Recuerdan su primer beso? Quizás robado, quizás acordado, pasional, sutil, tímido (...) Fuera como fuese, para todos ustedes seguro que resultó ser un acontecimiento inolvidable en sus vidas. Después vendría un segundo, y un tercero, ¡quién sabe cuántos más!; pero ninguno podría reemplazar al primero. Se acuerdan a qué edad fue, con quién, dónde, y quizás hasta la ropa que llevaban. Una fiesta, una cena, un paseo, cualquier escenario es posible si éste sucedió en nuestra ciudad. Aunque si de escenarios románticos hablamos en Cáceres, el casco histórico es, probablemente, el más destacado. Y es que nuestra maravillosa parte antigua ha acogido muchos de esos primeros besos, y sus callejas y piedras esconden el secreto del contacto de los labios de más de uno de ustedes.

A estas alturas, queridos lectores, ya se habrán percatado de que las líneas de hoy no se referirán a boleros como el que da título a esta columna de opinión, sino a algo totalmente diferente: Hoy viernes, a las ocho y media de la tarde, Cáceres sonará a primer beso. El escenario elegido será el Arco de la Estrella, y se realizará en grupo. Una actividad propuesta por Extremadura Entiende en el Día Mundial por la Paz y la No Violencia. Una acción bajo la consigna 'Bésate contra la LGTBFOBIA', con la que quieren enfrentarse y a la par, poner de manifiesto, el rechazo social a las agresiones que lamentablemente padecen muchas personas ya sea por su orientación sexual o por su identidad de género. Una manera diferente de mostrar públicamente que el amor no entiende de sexos, y que el problema empieza en la mirada censuradora de quien distingue si los labios que se rozan son o no del mismo tipo.

Alrededor de toda España sucederán acciones parecidas, promoviendo la misma idea, y las redes sociales se verán plagadas de fotografías apoyando tal iniciativa. Así es que, si mañana pasean por Cáceres y descubren más parejas de las habituales, besándose en público, no piensen que san Valentín, o la primavera se han adelantado, se besan contra la LGTBFOBIA.