Pilar Murillo nació en el Arco de la Estrella, allí vivían sus padres: María del Pilar Díez de Zugasti y Julián Murillo, un conocido médico y pediatra cacereño, director del Hospital Provincial y de la Casa Cuna, un hombre humilde, querido y respetado en Cáceres que ostentó la mayordomía de la Cofradía de Nuestra Señora la Virgen de la Montaña de 1941 a 1967. El matrimonio tuvo 8 hijos, de los que viven 5.

Pilar tuvo la infancia más feliz que se pudiera desear. Estudió en el Sagrado Corazón, con la hermana del Amo, la hermana Hernando y la hermana Pujalte, que era la superiora, una gran señora, educadísima, que supo ganarse el cariño de toda la comunidad educativa.

Jugaba con las Jiménez, Nani Díaz... eran una pandilla muy grande. Al terminar sus estudios trabajó como auxiliar de Puericultura en la guardería del Paseo Alto, hasta que se jubiló. Desde 1996 Pilar es camarera de la Virgen, la mujer que viste a la patrona de Cáceres. El mayordomo Francisco Javier Acedo Carrera se lo propuso tras la marcha de la anterior camarera, María Dolores Trespalacios López Montenegro, a la que todos conocían por Dolorina, que sustituyó a su vez a su tía María López-Montenegro, que también fue camarera mayor. El padre de Dolorina, el conde de Trespalacios, fue mayordomo cuando en 1924 La Montaña fue coronada.

Pepita Bravo Perera nació el 20 de abril de 1924 en el 45 de la plaza General Mola (hoy plaza Mayor). La casa, de tres pisos, estaba en la esquina con Andrada. Su madre, María Perera, era ama de casa, su padre, José Bravo, funcionario del ayuntamiento. Tenía otros dos hermanos, María Antonia y Paco. Estudió en el Sagrado, con la hermana Mayo.

Sus amigas eran Paquita Muriel, Pili Barrera... En la calle jugaban a la pica, a la comba, a perros y a liebres..., jugaba con Angel Marchena, que luego fue su marido, con su primo Juanito, con los Murillo y con los hijos del célebre panadero Claudio , que corrían como centellas.

Pepita fue una mujer avanzada a su tiempo. Hizo el ingreso en El Brocense, donde daban clase don Casimiro, don Antonio Silva... Siete años de bachiller, reválida en Salamanca y después hizo Magisterio por libre en Las Normales. Le dieron clase doña Mercedes Cantero, doña Luz Doral... Hizo las prácticas en Las Anejas.

Cuando a punto estaban de convocarse las oposiciones, murió su padre y no pudo presentarse ante el riesgo de que le dieran plaza en un colegio fuera de Cáceres y su madre se quedara sola. Así que Pepita se presentó a unas oposiciones libres que en 1958 convocó el ayuntamiento, y las aprobó. Pepita ha trabajado en el consistorio hasta que se jubiló a los 65 años. Primero estuvo en Depositaría, en el Negociado de Estadística, hasta que la destinaron al Negociado de Quintas, justo al morir el militar que lo dirigía, Pascual Pérez de León.

¿Y qué era el Negociado de Quintas? Bien, allí se encargaban del alistamiento, de llamar a filas a los jóvenes, de tallarlos, de preparar los sorteos... A los que alegaban enfermedad se los llevaban al cuartel para que pasaran ante un tribunal médico compuesto por hombres que se encargaban de los reconocimientos. Hasta ahí todo normal. Normal hasta que a los quintos les tocaba ¡¡¡bajarse los pantalones!!!, escena que Pepita debía presenciar, que por algo ella era la del Negociado de Quintas. Y... ¡¡¡Dios, qué apuros pasaba Pepita ante tremendo trance de bajada de gayumbos!!!

"Mi capitán..."

Menos mal que en el Infanta Isabel todos la querían mucho. "¡Mi capitán, que ya viene doña Pepita!" , gritaban los soldados al verla llegar a la caja de reclutas en busca de las cartillas militares. Pepita entró en el ayuntamiento siendo alcalde Luis Ordóñez Claros, recientemente fallecido, que se casó con María Antonia Carvajal y que fue director general de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cáceres siendo presidente de la misma José María Grande. Pepita se jubiló con Carlos Sánchez Polo en la alcaldía.

El marido de Pepita también trabajaba en el ayuntamiento. Angel Carvajal llevaba la administración del cementerio, así que era conocidísimo porque tarde o temprano todos pasaban por su negociado. Nacieron el mismo año, jugaron juntos, trabajaron juntos, compartieron una feliz vida juntos.

Angel murió hace 9 meses pero aquí sigue su recuerdo. De jóvenes las chicas iban al Centro de Acción Católica, el de Pepita estaba en Santa María, el de los chicos estaba en la Generala. Hacían excursiones a la Montaña y bailaban en los guateques. Se casaron en San Mateo. Pepita se compró el traje en Modas Dioni, que estaba en Pintores, y lo celebraron en La Rosa, el salón que Eustaquio tenía en Cánovas. Se fueron de luna de miel a Málaga y Sevilla.

El coche han sido los pies y las manos de Pepita. Se sacó el carnet en 1969 en Autoescuela Royal, que estaba en Rodríguez Moñino. A clase iban 4 mujeres y de ellas sólo Pepita ha cogido el coche. El primero que tuvo fue un 850 especial blanco. Luego se compró un Ford Fiesta Deportivo que se embalaba como Correcaminos , así que se quedó con él su sobrino Miguel porque ella se hizo con un Ford normal. Ha conducido hasta los 84 años.

Cuando Miguel Casero era mayordomo la llamó para camarera de ornato (la mujer que pone las flores a la Virgen). El 3 de febrero de 1982 tomó posesión, las flores las cogían de las huertas de Rebollo y de los hermanos Romero, luego vinieron las floristerías. Pepita ha sido camarera hasta el año pasado, que la operaron de una pierna.

Un año más la patrona ha vuelto para su novenario. La junta de gobierno de la cofradía que preside Joaquín Floriano se ha esmerado para que La Montaña luzca bellísima en Santa María, donde todo Cáceres la venera y le da la bienvenida.