Los bomberos del Sepei cacereño y la diputación provincial se mostraron ayer satisfechos por el acuerdo laboral y salarial alcanzado tras nueve días de huelga de hambre de los agentes, pero ambas partes mantuvieron su cruce de críticas y reproches. El pacto recoge una subida salarial de 258,89 euros al mes y construir 3 parques de bomberos.

Los bomberos explican que aceptaron el acuerdo con la diputación porque una mayoría del colectivo ya no aguantaba la situación de huelga de hambre. Aseguran que, pese a la subida salarial, siguen siendo los agentes peor pagados de España y denuncian que el número de efectivos de servicio cada día continúa siendo insuficiente. Además, Joaquín Fernández, jefe de salida del parque cacereño, alerta de que sólo 10 de los 65 bomberos de Cáceres capital apoyaron dejar la protesta, y que dieron el sí al pacto por solidaridad con los compañeros de Plasencia, Coria y Navalmoral.

El presidente de la diputación, Juan Andrés Tovar, se mostró satisfecho porque se haya llegado al final del conflicto "de una manera racional y sin que existan vencedores y vencidos", pero consideró que la huelga de hambre realizada por los 160 bomberos de la provincia "era innecesaria y se podía haber evitado".

Según Tovar, los acuerdos alcanzados el martes "no difieren demasiado de los iniciales, y el 90% del acuerdo final se recogía ya en el firmado por los sindicatos y la administración el pasado día 10, cuatro días antes de iniarse la huelga de hambre".

Esta afirmación la niegan los bomberos, que puntualizaron que si bien el acuerdo del día 10 ya contemplaba la creación de nuevos parques de bomberos, no fijaba ni número ni una fecha concreta, mientras que en el del martes se establece el compromiso de hacerlo en cuatro años, al igual que el incremento de la plantilla en 60 efectivos más. Tampoco reflejaba el acuerdo del día 10, según el colectivo, las mejoras referentes a material, prevención y formación que ahora sí se incluyen.

Además, opinan que no se puede considerar que la huelga ha sido innecesaria cuando llevan meses de reivindicaciones, con concentraciones, encierros, campañas informativas "y no se había conseguido nada hasta hacer la huelga de hambre".

Y también rechazan que se les tome por "peseteros" cuando pedían una subida salarial que no han conseguido finalmente. "Ha quedado claro que el tema económico no era lo prioritario para nosotros, pues pese al incremento aprobado seguimos siendo los bomberos peor pagados

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