El ministro de Defensa garantizó ayer en Cáceres el mantenimiento de la base militar de Santa Ana con una utilidad castrense. José Bono anunció que un regimiento de ingenieros con cien mandos y quinientos soldados se establecerá en el campamento a partir del 2006, y aclaró que durante este año y el próximo seguirá como centro para la formación de soldados profesionales. El ministro puso ayer fin con su anuncio a las dudas que desde hace tres años había sobre el futuro de la base militar.

Bono destacó que era su primera decisión "en cuanto a unidades y su traslado", no especificó qué características tendrá el regimiento que se va a destinar a Cáceres, ni aclaró de qué acuartelamiento vendría, aunque sí puntualizó que no será de la base pacense de Bótoa, o si es de nueva creación. El ministro sí resaltó que se tratará de un personal fijo que se instalará en Cáceres con carácter definitivo, y destacó la diferencia que habrá con la situación actual, en la que los soldados que se forman en la base solamente permanecen en la ciudad durante las semanas que dura su preparación militar.

USO DEL TERRENO Bono dejó claro que el regimiento utilizará la totalidad de la base de Santa Ana, que tiene una superficie de más de 300 hectáreas, por lo que descartó cualquier desafectación del uso militar de parte de los terrenos del acuartelamiento. "Lo que tenemos es lo que necesitamos", afirmó. El ministro vino a decir que una de las razones por las que se ha optado por un regimiento de ingenieros para Cáceres es porque se ajusta a la extensión que tiene la base. "Vamos a necesitar toda la superficie, si fuese --un regimiento-- de otra naturaleza, necesitaría más espacio", añadió el ministro.

Bono aseguró que el cierre de la base "estaba previsto para el 2004", y que incluso se llegó a ofrecer a la Junta que dispusiese de los terrenos para darles otra utilidad. El ministro apuntó que ante la petición del presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, de que se garantizase la continuidad de la base de Santa Ana, se estudió una alternativa y se apostó por la instalación en el acuartelamiento de un regimiento de ingenieros, una unidad de apoyo para el combate que tiene entre sus cometidos facilitar las tareas de avance y defensa con la fortificación del terreno, ejecución de puentes o apertura de caminos.

El ministro visitó ayer por la tarde el acuartelamiento junto a Ibarra, el alcalde, José María Saponi, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, Luis Alejandre, y el coronel jefe de la base, Domínguez Valor. El titular de Defensa se reunió con mandos y tropas a los que informó de que el futuro uso militar de la base cacereña estaba garantizado.

UN BATALLON FIJO Antes de su paso por la base, Bono estuvo en Mérida y aquí ya adelantó que un regimiento de ingenieros con un batallón fijo se establecería en Cáceres en el 2006. El ministro también recordó que las instalaciones de la base estaban incluidas en el registro de bienes innecesarios del Ejército y que su cierre se preveía para el 2004.

El presidente de la Junta valoró el anuncio del ministro con una declaración concisa y seca. "Trabajo por Cáceres y Extremadura --afirmó--, mientras que otros se dedican a hacer discursos". "Es de agradecer y reconocer el buen hacer del ministro", indicó Saponi, que calificó de "decisión acertada" el anuncio de Bono, que significa "finalizar un trabajo que se venía realizando desde hace dos años". El coronel jefe, Domínguez Valor, recordó que cuando hace dos años se hizo cargo de la base "su futuro estaba en entredicho".

En la base hay en la actualidad 700 militares, y la mayoría están en el acuartelamiento en periodo de formación.