El borrador del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) de la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de los Llanos frena las previsiones de desarrollo de Cáceres por su lado noreste planificadas en el nuevo plan general municipal (PGM) de urbanismo, que es la actual denominación del PGOU. Con el borrador del PRUG en la mano, el nuevo plan general, del que depende la futura expansión de la ciudad, no se podría aprobar, ya que el PRUG tiene carácter vinculante y prevalece sobre el planeamiento urbanístico de los municipios.

Lo que hay detrás de tantas siglas es la definición del Cáceres del futuro, por eso la importancia que pasa a tener el plan rector de la ZEPA. No obstante, el borrador del PRUG no es un texto definitivo y además no invalida la totalidad del nuevo plan general municipal, que está en fase de aprobación provisional.

Pero sí afecta a los nuevos sectores residenciales que el plan general proyecta al norte de La Mejostilla y del campus universitario y junto a la carretera de Casar, que, según el borrador, están dentro de zonas de uso limitado y compatible de la ZEPA.

En las zonas con un uso limitado no son autorizables las nuevas construcciones, salvo las asociadas a explotaciones agrícolas, mientras que en las de utilidad compatible hay posibilidades de edificar viviendas que se encuentren ligadas a fines agrícolas o que cuenten con terrenos en superficie, e incluso se permiten utilidades industriales y de equipamientos. Lo que no son autorizables son otro tipo de viviendas, como las que van en bloques.

En las zonas que lindan con el casco urbano y que el PRUG califica de utilidad limitada y compatible, el nuevo plan general municipal prevé varios sectores residenciales, incluido El Muelo, con una previsión de viviendas superior a las diez mil. No obstante, la incidencia de la ZEPA afecta principalmente a planificaciones del plan a muy largo plazo, más de treinta años, y a sectores residenciales cuya proyección en el PGOU no significa que se vayan a acometer, ya que se trata de una reserva de suelo que hasta que no tenga consulta de viabilidad es no urbanizable.

Aunque de todos estos sectores sólo hay uno que sí tiene una incidencia determinante en el desarrollo de la ciudad a medio plazo (para los próximos quince años), cuya inclusión en las zonas de uso limitado no está totalmente establecida en el borrador del PRUG, que lleva el límite de la ZEPA hasta el punto 2,750 de la carretera de Casar. A partir de aquí, el PRUG indica que la ZEPA bordearía la ciudad, sin ser más específico, con lo que por el texto del borrador es difícil fijar hasta qué punto afecta al sector que el nuevo plan planifica junto a la ronda norte, entre la carretera de Casar y la Mejostilla.

SUELO URBANO El borrador del plan rector también da una salida a las sucesivas intervenciones realizadas dentro de la ZEPA en el norte de la ciudad con anterioridad y posterioridad a la entrada en vigor de la Ley de Conservación de la Naturaleza y de los Espacios Naturales de Extremadura, ya que todo el suelo que en la normativa urbanística esté calificado como urbano se incluye dentro de la zona de uso general prevista en el PRUG, en la que son autorizables las viviendas y otros usos como los industriales.

Actuaciones anteriores a la citada ley, que establece las medidas de protección obligatorias, son, por ejemplo, el sector 1 de La Mejostilla, y entre las posteriores están el polígono industrial de La Mejostilla, que se desarrolla como suelo urbanizable, o los residenciales de viviendas de Gredos y Proexsa.