Los hosteleros se sienten satisfechos, pero saben que podrían estarlo mucho más y piden que el Womad vuelva por sus viejos derroteros de fin de semana. "El certamen tiene una fuerza enorme, nosotros hemos triplicado los beneficios de un fin de semana normal. Pero hay que aprovechar el tirón y no desperdiciar los ingresos que podría dejar un certamen de miércoles a domingo, con más gente incluso de fuera", declaraba ayer un empresario de la parte baja de la plaza.

Este es el resumen que realizó ayer la hostelería cacereña sobre la cita multiétnica: deliciosos ingresos extras, sobre todo jueves y viernes, pero menos de lo que dejaba un Womad de cuatro/cinco días y de lo que se podría haber recabado con un programa más amplio. "Y no nos equivoquemos: el beneficio directo es para el hostelero, pero después se gasta su dinero en la ciudad y todo repercute", argumentó un zapatero del casco viejo.

La Federación Empresarial Cacereña reiteró ayer que la ciudad necesita un Womad de fin de semana, "porque el turismo de calidad, que es el que realmente deja ingresos, trabaja de lunes a viernes", explicaron sus responsables. También subrayaron que los beneficios han sido inferiores a otros años, aunque analizarán los resultados antes de pronunciarse sobre la causa de este descenso.

La mayoría de los hosteleros son favorables a un nuevo formato compartido entre el casco viejo y un recinto exterior como el parque del Cuartillo, "porque lo importante es mantener al público en la ciudad durante el día". Muchos apelan al presupuesto de 391.000 euros que supone el festival y opinan que es una cifra excesiva para "malgastarla" en jornadas laborables, "en lugar de sacarle más provecho".

Denuncias por venta

Un bar de la plaza que normalmente hace cajas de 900 euros ha podido cerrar estos días con unas ganancias de hasta 2.100, según los hosteleros. Otros han multiplicado aún más sus beneficios por vender directamente al público las bebidas como si fuesen supermercados, "algo que no nos está permitido", denuncian algunos empresarios, que piden más "ética profesional" para que no vuelva a suceder.