El festival Womad celebró anoche su mayoría de edad en Cáceres con cambio de costumbres. Del botellón de ediciones anteriores en el casco histórico se pasó al plasticón gracias a los efectivos controles de la policía local en los accesos a la plaza Mayor. Ni rastro de vidrio en el estreno de los conciertos en una noche calurosa para los extremeños Manantial Folk y el dúo africano Amadou & Marian, que reunieron a cerca de 7.000 espectadores de todas las edades en el corazón del casco histórico, según datos ofrecidos por la policía local a las 23 horas de ayer.

Con el fenomenal ambiente que ha hecho de la capital cacereña un escaparate para las músicas del mundo cada mes de mayo, la cita multiétnica convirtió la plaza Mayor en un lugar más habitable para albergar conciertos que años anteriores, en los que el vidrio hacía impracticable el empedrado. Los agentes, situados en todos los accesos a la plaza, impidieron que el público accediera con botellas de cristal y tampoco permitieron que lo hiciera con envases de plástico cerrados. Todas las botellas, garrafas o depósitos similares se prohibieron, aunque la policía sí permitió acceder con ellos siempre y cuando tuvieran cortada la parte superior. "El problema no es el contenido sino el recipiente", le decía un policía local a un grupo de jóvenes que intentaba entrar por Gran Vía a la plaza.

Mientras tanto, Manantial Folk hacía bueno el Womad más extremeño de toda la historia, por primera vez con cinco representantes tras el acuerdo alcanzado con el sello multiétnico y que permitirá también que en julio próximo Acetre, grupo de la región, viaje a un Womad extranjero, en concreto, a Charlton Park en Inglaterra.

ACTO INAUGURAL Antes de que la música comenzara a sonar en la plaza Mayor, el escenario del Gran Teatro acogió el acto inaugural en el que el sello Womad y el Consorcio Gran Teatro demostraron la sintonía que ha precedido a esta decimoctava edición. En la mayoría de edad que alcanza el festival este año coincidieron en sus discursos la alcaldesa, Carmen Heras; la consejera de Cultura, Leonor Flores, y la directora del festival en España, Dania Dévora. Flores se congratuló de la "calidad" que ha alcanzado el certamen y apuntó que "tiene un buen porvenir", en alusión al acuerdo por dos años que puso fin a la crisis surgida en el 2008. "Espero que hayamos hecho bien los deberes", había dicho en su intervención anterior Dévora, recalcando que el "éxito" y la mayoría del festival se debían al trabajo de todas las partes. "Hemos entendido el mensaje que nos estaban dando", subrayó.

Por su parte, Heras aludió a Womad como "un evento cultural de primera magnitud" y aseguró que es una de las convocatorias "que más ayudan a promocionar la imagen de Cáceres en el exterior". La regidora calificó como "un logro" las 18 ediciones y "la implicación del festival en la vida cultural de la ciudad", recordando que ayuda en "la pelea por lograr el 2016".

En un ambiente de "buen rollito", como habló Heras del festival, la consejera y la directora de Womad demostraron que la crisis del año pasado ya es historia y que lo que toca ahora durante este fin de semana será disfrutar de tres días de sol y de música en directo.