El espectáculo de gigantes y cabezudos, que cada año se pasea por el centro de Cáceres durante las fiestas de San Fernando, acaparó también en la jornada de ayer la atención de quienes paseaban por la mañana por el entorno de la plaza Mayor y la plaza de América, casi todos familias con niños pequeños.

Poco después de las doce de la mañana, un grupo integrado por cuatro gigantes ataviados con trajes regionales y otros siete cabezudos de talla menuda bailaron desde la plaza Mayor al ritmo de los sones de flautas y tamboriles del grupo de tamborileros que les acompañaban.

Las caras de asombro de los más pequeños ante el rítmico paso de las figuras, llenaron de color y diversión la mañana que sigue a una de las noches más multitudinarias de la feria y refrendaron el atractivo de una de las actividades con más tradición de las fiestas de San Fernando.