El pasado 2 de marzo, Carmen Castellanos y su madre --vecinas del número 26 de la avenida de Alemania-- sufrieron un accidente en el ascensor del inmueble donde se encuentra su vivienda. Precisamente esa mañana los técnicos de la multinacional de elevadores ThyssenKrupp se encontraban arreglando una avería en el ascensor. Dados por finalizado los trabajos, las dos vecinas se dispusieron a tomar el ascensor en la cuarta planta. "Súbitamente el ascensor se desplomó en el intermedio de las plantas tercera y segunda hasta el suelo", declara Carmen Castellanos, "y tuvimos que ser rescatadas por los técnicos de la empresa que en ese momento se disponían a abandonar el bloque". Carmen logró sujetar a su octogenaria madre pero no pudo evitar su propia caída. En el hospital San Pedro de Alcántara fue diagnosticada de una artritis politraumática en ambas rodillas y en el tobillo izquierdo.

Desde entonces, Carmen Castellanos espera la llegada del seguro de la empresa ThyssenKrupp sin que hasta el momento se hayan puesto en contacto con ella. "Ya me han venido a ver los técnicos de la empresa tres veces, pero eso no me sirve de nada, necesito que venga el seguro para hacerse cargo de mi situación porque he quedado imposibilitada para poder desplazarme y, además, debo asumir todos los gastos que me está ocasionando este accidente".

El delegado de la firma ThyssenKrupp en Cáceres, Adrián Pulido, desdice la versión de la afectada y sostiene que "el ascensor no se desplomó sino que sufrió una parada brusca" y alega que si hubiera sido tal como declara la afectada "las heridas hubieran revestido mucha mayor gravedad". Mientras Pulido afirma que ya han "avisado en varias ocasiones al seguro de la compañía", la afectada ha entrado en contacto con un abogado para iniciar acciones legales.

El desplome del ascensor o la caída brusca, según qué versión, se produjo por "una avería", pero Pulido no dio más detalles a este periódico porque "no tengo a mano el informe de los técnicos y yo no estaba allí".

Sea como fuere, Carmen ya acumula en su casa cinco partes médicos, tres visitas de los técnicos interesándose por su salud y ninguna respuesta del seguro de la compañía.