Es muy razonable que Cáceres, ciudad capaz de crear un micropaís llamado Cursilandia, sea la patria chica del primer cantautor español que dedicó una melodía a las niñas pijas.

Se llamaba Nenas y empezaba así: "Tienen un vaso en la mano y un eterno whisky encima, hablan de niños y trapos y esperan que se decida alguien de familia bien a darles casa y comida". En fin, con ustedes, el cantante más significativo y emblemático de la ciudad feliz : Paco Martín.

Repasemos su currículo vital: nació en los adarves de la parte antigua, estudió en las Carmelitas y en el San Antonio, se educó sentimentalmente en la discoteca Acuario y se fue a triunfar a Madrid, pero en cuanto lo consiguió y asumió un papel más crítico y valiente del que se acostumbraba a asumir en Cáceres, se convirtió en sospechoso de ser un moderno con conciencia, hasta el punto de que en su primer concierto en la ciudad feliz , que tenía un motivo benéfico, sus paisanos lo recibieron de uñas.

Ironizar sobre las pijillas

Antes de ironizar en Nenas (1976) sobre las pijillas, Paco Martín había compuesto y popularizado canciones como Mujercitas (1974) o No te quiero perder (1975). Pero su gran éxito llegó en 1976, con el LP Añoranzas , que incluía Nenas y su otro gran éxito: Condesa de Cristal .

Estos discos, sus LP Volar (1977) y A paso descubierto (1980) y cuatro canciones inéditas grabadas en 1983 han sido editadas en un doble CD con 38 temas y un interesante librillo recogiendo su biografía. Un disco imprescindible para nuestra educación sentimental.

Paco Martín es el cacereño que más alto ha llegado en el mundo de la música moderna. Su éxito sólo es comparable, salvando todas las distancias que se quiera, con el del maestro Solano. Claro está que el autor del Porompompero , mirado de reojo en la ciudad feliz por ser un heterodoxo de los de la cáscara amarga, escapó de Cáceres bastante hartito y no regresó, mientras que Paco Martín es una especie de hijo pródigo que ha acabado volviendo a su Cáceres y eso, en la ciudad feliz , se valora mucho.

Paco Martín comenzó en la música tocando en la rondalla del colegio San Antonio. Formó el grupo Los Roking´s con Paco Mangut (hoy en la Cope) y Cascos (hoy en BBV). Después montó Los Saltos, con Curro Alvarez, José María Martínez Campos y Pedro Almodóvar, el director de cine, que estaba de pensión en la calle Postigo, justo al lado de la casa de Paco Martín.

Dio su primer brinco hacia la fama al participar en el programa televisivo La gran ocasión en 1971. A partir de ahí, su carrera, durante una década, fue meteórica: tres LP, vendiendo 30.000 copias de los dos primeros, y una jugada promocional de la que no se percató hasta un tiempo después.

Intentan convertirlo en la alternativa a Joan Manuel Serrat aprovechando ciertas semejanzas de estilo y de voz y en el programa Directísimo de José María Iñigo, el espacio de televisión más visto de la época, se le lanza jugando con el equívoco de si era o no Serrat, que entonces estaba en Méjico exiliado. Paco era un pardillo de 21 años y no veía las jugadas.

A partir de los 80, su estrella declinó, pero quedaron sus canciones. Ahora, la discográfica Rama-Lama las reedita, en una colección que es nostalgia en vena, junto con las de cantantes y grupos de la talla de Basilio, Ana Belén, Aguaviva , Patxi Andión o Nino Bravo.

Escuchando Nenas ("Muñecas de escaparate con el conjunto de moda, bien puestito el interior por si acaso algún bribón quisiera verlas a solas"), se re descubre el alma contradictoria de la ciudad feliz , tan orgullosa de su pijerío histórico que es capaz de presumir de dos marcas indelebles y paradójicas de su imaginario colectivo: el micropaís de Cursilandia y la primera canción protesta anti-pijos, compuesta, naturalmente, por un auténtico cacereño de toda la vida: Paco Martín.