Sufrió congelaciones de segundo y tercer grado en el pulgar del pie derecho, y de primer grado en otros dedos, incluso ha tenido que acudir a la consulta del mejor especialista del país, el doctor Ricardo Arregui, que trata a Juanito Oiarzábal y a otros locos de la montaña en Zaragoza. Pero su recuperación es segura y ya piensa en nuevos retos. Kake Rovira, un profesor cacereño de 39 años del instituto Al-Qázeres, ha conquistado la cima más alta del continente americano, el pico Aconcagua (6.962 metros de altitud), tras una dura expedición de 23 días en la que han sufrido temperaturas de 26 grados bajo cero.

"Ha sido una experiencia deportiva, profesional y personal muy interesante, que te obliga a superar situaciones adversas y a tomar contacto con un ecosistema extraordinariamente distinto al habitual", explica Kake Rovira. Y es que el Aconcagua no es cualquier montaña. Se trata de una cumbre emblemática que forma parte del grupo de las Seven Summits , los picos más altos de cada continente. "Tiene condiciones especiales por la extrema sequedad del entorno (la aclimatación es difícil) y por su régimen de vientos y frío, que hace que se equipare a montañas de 7.500 metros", indica. La cara sur es una de las grandes paredes del planeta, con un cortado de 3.000 metros.

Preludio de ´ochomiles´

Rovira partió con dos compañeros, Pablo Luque (Córdoba) y Néstor López (Jaén), una expedición que ya ha subido a importantes picos en Alpes, Cáucaso y Ecuador, y que se está preparando para atacar algunos ochomiles en el Himalaya a partir del 2007. Quizás no ha sido el primer cacereño en subir al Aconcagua, pero no hay datos de experiencias anteriores. Llegaron a Argentina el 15 de diciembre y se dirigieron a la provincia de Mendoza, al este, junto a Chile. Allí les esperaba el Centinela de Piedra , nombre de este pico en lengua quichua.

Desde la localidad de Puente Inca tardaron cuatro días hasta el campamento base de Plaza de Mulas (a 4.360 metros de altitud), pasando por el campamento de Confluencia y ascendiendo al cerro Banderita (4.000). Su intención era subir por la cara noroeste, la ruta habitual, donde la relación cumbres-intentos es aproximadamente del 30%, es decir, de cada diez montañeros sólo tres lo consiguen. Una vez allí portaron los materiales hasta el campo 1 (4.900 metros) y 2 (5.500). Finalmente renunciaron a la instalación del campamento 3 (6.000) por sus condiciones y su excesiva exposición a vientos fuertes.

"Además, una tormenta acabó arrastrando una de las tiendas con todo su material a cinco kilómetros de distancia y a 1.000 metros más abajo, hasta un glaciar cercano. Su recuperación nos supuso un retraso de dos jornadas en el plan inicial", relata el montañero cacereño.

El 31 de diciembre salieron del campo 2 a las cinco de la madrugada con agua nieve. Al llegar a los 6.000 metros de altitud comenzó a nevar muy fuerte y se formó una ventisca virulenta. "Decidimos renunciar, pero en el descenso mejoró el tiempo de repente y nos arriesgamos a hacer un intento", explica. Las condiciones fueron variando a medida que ascendían y en el último tramo, un canal de roca y nieve llamado La Canaleta (6.600), tuvieron que enfrentarse a un fuerte viento con temperaturas de -26º. Pero tampoco se echaron atrás.

Diez minutos en cumbre

"Decidimos atacar, seguimos adelante y a las 17.00 horas conseguimos hacer cumbre Pablo Luque y yo. Sólo estuvimos diez minutos arriba e iniciamos un descenso rápido por las malas condiciones", recuerda. Durante el trayecto ayudaron a un alpinista navarro con problemas de frío y aclimatación. Llegaron al campo 2 sobre las diez de la noche.

Kake Rovira ha contado con el apoyo de numerosas firmas cacereñas, como la promotora y constructora Iniexsa, Talom, Bicis Cáceres, Aossa, Nutria, Sototerra, Joyería Barco y Corbacho, Intersport y Eacsa. Pese a las congelaciones, ya tienen nuevos planes para un futuro: el pico Mckinley (Alaska, 6.100 metros de altitud), considerada la montaña más fría del planeta; y el Muztag Ata (China, 7.500), único a esta altitud que puede subirse con esquíes. En dos años, la aventura del mítico Himalaya.