«‘El Primer día’ es una celebración y un ajuste de cuentas conmigo mismo». Así define el cacereño Julio César Galán su nuevo poemario, que vio la luz hace escasas semanas bajo el auspicio de Sitolá Poesía. «En la literatura, a todos nos suelen mostrar el resultado final. Pero eso lleva mucho detrás, y yo también he querido enseñar el proceso», explica. Tal vez por eso, en su obra aparecen emoticonos, versos tachados o notas a pie de página. «Es muy autobiográfico, pero intento contarlo de otra manera. El libro tiene mucho de juego», afirma.

‘En la naturaleza, un libro es un abono’, afirma uno de los versos. «¡Esa frase tiene mucho de ajuste de cuentas! Está en tono de humor, de no tomarte muy en serio ni a ti mismo, ni al libro, ni a lo que pueda representar. A todo el mundo le preocupa trascender, pero llegará un día en el que el mundo se acaba. Y, entonces, ni trascendencia ni nada», dice.

Galán lleva tras de sí un largo camino cultural. Es autor de otros tres poemarios y dos obras de teatro y fue también lector de español en la Universidad de Argel, capital de Argelia. «Cuando yo llegué, justo encontré la Primavera Árabe, que surgió a raíz de un encarecimiento de los productos básicos», recuerda. «Ahora, el momento es complicado. Todo se reduce al dinero y llega de una situación de pobreza extrema», explica, desde su perspectiva como docente, sobre la proliferación de fundamentalismos islámicos en países como este.

«Yo creo que no se puede enseñar poesía como formación, aunque sí dar unos mimbres o guiar al que empieza», valora el autor. Y resume los próximos proyectos que encara. «Lo siguiente, que sale este mes, es una obra de teatro. Y lo después, un ensayo. Y el año que viene espero poder publicar otro poemario», finaliza. J. I. M. H