La patrona de los cacereños abre el mes de las flores en compañía de centenares de fieles. Cacereños y turistas arropan a la Virgen de la Montaña durante su estancia en la concatedral hasta que regrese al santuario el domingo que viene. La afluencia es notoria cada jornada, pero ayer se convirtió en lunes de excepción. La fiesta del primero de mayo dejó caer a numerosos turistas que se trasladaron a la iglesia de Santa María para rendir homenaje a la patrona. «Me parece estupendo», lanzaba una visitante a la capital mientras aprovechaba cada ocasión para retratar al detalle a la patrona. Nadie quería perderse un recuerdo y se apresuraba a lanzar una captura de la virgen que ayer lucía el manto número 4, un ejemplar donado en 1997 por María Josefa Arce elaborado en terciopelo color marfil, bordado en felpillas con sedas de colores e hilos de oro.

Mañana miércoles la virgen recibirá a los niños recién nacidos a partir de las 16.30 horas. De manera paralela habrá una campaña de donación de sangre desde las 18.00 horas hasta las 22.00 horas en el palacio episcopal y del 3 al 5 de mayo, en el mismo espacio recogerán alimentos no perecederos. Ya el viernes y el sábado tendrá lugar el besamanto y la venta de roscas y el domingo a las 9.00 horas regresará al santuario.