La Jornada Mundial de la Juventud se celebra cada tres años en una ciudad del planeta y el próximo verano llegará a Madrid. Se ha convertido en el mayor acontecimiento evangelizador de la Iglesia y en el encuentro juvenil más participativo del mundo, con 500.000 asistentes en Sydney (2008), más de 2,5 millones en Colonia (2005), unos 800.000 en Toronto (2002) y por encima de los 2 millones en Roma (2000). Durante los últimos años, las diócesis del país anfitrión están acogiendo a los participantes en los días previos facilitando alojamiento, comida y transporte. Coria-Cáceres también lo hará y ya tiene asegurada la llegada de 2.000 jóvenes desde Estados Unidos, Filipinas, Francia y Alemania del 11 al 15 de agosto.

Antes de este encuentro, Cáceres prepara otro acontecimiento de gran relevancia desde el punto de vista religioso. La denominada Cruz de los Jóvenes, símbolo ineludible en cada Jornada Mundial de la Juventud que, enviada por el Papa, recorre previamente países y continentes. Coria-Cáceres tendrá el privilegio de recibirla del 22 al 28 de enero. La Delegación Diocesana de Infancia y Juventud, organizadora de todos los actos, ya ha preparado el calendario que seguirá la cruz tras su llegada a Cánovas el día 22, su recibimiento por autoridades civiles y eclesiásticas, y la procesión por el centro de la ciudad hasta la concatedral, en la que será portada en principio por jóvenes que padecen algún tipo de discapacidad.

En las siguientes jornadas, del 23 al 26 de enero, la cruz realizará distintos itinerarios por la capital cacereña. Visitará la cárcel, los conventos de clausura, los hospitales, la Universidad de Extremadura, el santuario de la Montaña (durante un viacrucis) y el colegio Josefinas. Pero además se celebrarán otras muchas citas en torno a este símbolo: confirmaciones, reunión de familias cristianas, festival y vigilias de oración, proyecciones en la Uex, visitas de colegios en Santa María, talleres o cuentacuentos. El día 27 ya estará en Coria, y el 28 partirá hacia Plasencia.

La diócesis se ha volcado con los preparativos de ambos eventos: la llegada de la cruz y la acogida de los jóvenes venidos de todo el mundo para pasar un tiempo de convivencia previa al encuentro con Benedicto XVI. Dichas convivencias se realizaron por primera vez en Colonia y consisten en cubrir todas las necesidades de los participantes de forma gratuita, ofreciéndoles además unos días intensos en actividades culturales, visitas históricas y momentos de fiesta y oración, a través de una amplia red de voluntariado. La estancia en Cáceres se prolongará del 11 al 15 de agosto.

"Es una oportunidad única para poner al servicio de cientos de jóvenes extranjeros lo mejor de cada uno de nosotros y de la ciudad", explica la hermana Carlina, responsable del equipo que coordina todos los preparativos, y que ha asistido personalmente a las jornadas mundiales de París y Roma.