La Cofradía Dominicana del Cristo de la Victoria fue la encargada de inaugurar la semana de Pasión cacereña. La primera de las dos procesiones que recorrieron ayer las calles de la ciudad, partió a media tarde de la parroquia de San Juan Macías en la Mejostilla y completó los cuatro kilómetros de recorrido hasta llegar al Palacio Episcopal, convirtiéndose así en la más larga de la Semana Santa. La comitiva fue acompañada por el obispo de la diócesis Coria-Cáceres, Francisco Cerro y por la Banda de Cornetas y Tambores del Humilladero.

Dos horas más tarde, salió de su templo en El Vivero la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y del Dulce Nombre. La hermandad de costaleros ha incorporado como novedad este año un estandarte bordado en oro sobre terciopelo verde.