Cáceres es una de las pocas ciudades de gran tamaño en España que no tiene río, un agua que los primeros pobladores de la ciudad encontraron en el acuífero del Calerizo. Hasta 1971, cuando se inauguró el pantano del Guadiloba, la ciudad se había abastecido de las fuentes y de los pozos de captación del acuífero, desde 1899 de la mina de la Esmeralda y a partir de 1964, cuando se renovó la red de abastecimiento, de los pozos de San Jorge, en la Ribera del Marco, aunque el primer proyecto para aprovechar las aguas del Calerizo en el Marco se presentó en 1927, según se recoge en el estudio que José María Morales realizó sobre el agua en Cáceres.

Morales menciona en su obra la importancia que tuvieron el agua del acuífero en la Ribera del Marco (el río de Cáceres), de cuyas huertas se abastecía la ciudad, y la fuente del Rey o el Marco, que por su cota, 430 metros, es el primer sitio de salida de las aguas subterráneas, y donde en años de pluviometría media se pueden tener hasta 95 litros por segundo.

En el anteproyecto del encauzamiento integral de la Ribera del Marco, documento que es la base del plan de reordenación de este entorno y que redactó un equipo de técnicos dirigidos por el ingeniero Jesús Urueña, se subraya que cualquier proyecto para la recuperación de esta zona debe considerar la aportación de agua al cauce de la Ribera desde el Calerizo, una posibilidad que desde hace mes y medio es más fácil debido a la paralización de la captación de los pozos de San Jorge, lo que ayudará a que el agua, que ya no se desvía para el consumo en la ciudad, corra por la Ribera. El proyecto de revitalización de todo este entorno está en periodo de ejecución, ya se ha hecho la primera fase, de menor importancia, y este año se adjudicará la ejecución de la segunda, que afecta al tramo de ronda Vadillo y Fuente Rocha, con un importe de cinco millones de euros.

UN ACUERDO DE HACE 13 AÑOS

De los pozos del Marco, con una profundidad de sondeo de 33 metros, se han extraído de media unos 6.000 metros cúbicos/día, según datos de Canal de Isabel II, captación con la que se ha abastecido a los barrios del norte del casco urbano, que desde mayo reciben el agua del Guadiloba.

La protección del acuífero para garantizar esta reserva de agua no es una preocupación nueva. El pleno de la corporación municipal aprobó hace ahora trece años una proposición, presentada por el PP, entonces en la oposición, y que firmaba José María Saponi como portavoz del grupo popular, para solicitar a través de la Junta a la Confederación Hidrográfica del Tajo la determinación de un perímetro de protección del acuífero, una propuesta que luego no llegó a concretarse.