Mucha cantidad, poco reconocimiento. Mucha proyección local, poca a nivel nacional o internacional. El fenómeno del running llegó a Cáceres para quedarse, al igual que al resto del país, pero en algunos lugares hacen de esta fiebre una apuesta turística más notable. La Real Federación Española de Atletismo (RFEA) ha publicado su clasificación anual de pruebas de ruta y la capital cacereña ni siquiera aparece en ninguna de las cinco categorías listadas (milla, 10 kilómetros, medio maratón, maratón y 100 kilómetros). Y eso que hay 90 carreras evaluadas.

El problema es que el calendario de carreras de la Federación Española no contempla ni una de las pruebas que alberga la capital cacereña. Y no han sido pocas, precisamente, en el año que va a finalizar dentro de cuatro semanas. Hasta treinta en total, según los datos facilitados a este periódico por fuentes municipales. El informe de la RFEA da, además, los parámetros por los que se evalúan dichas competiciones: la capacidad organizativa, la antigüedad en el calendario de la federación, el número de atletas participantes, el nivel deportivo y el prestigio y trayectoria de los atletas que participen en la cita.

En la lista de la RFEA hay carreras organizadas en lugares con menos población que la capital cacereña (Berango, Laredo o Soria, entre otros), en ciudades con más (Madrid, Barcelona o Sevilla) o en otras ciudades patrimonio (como los diez Kilómetros de Alcalá de Henares). Las razones por las que Cáceres no forma parte de la lista de la RFEA las ofrece Pedro Talavera, secretario de la Federación Extremeña de Atletismo. «Los circuitos no están homologados, no se incluyen las pruebas en el calendario español o extremeño y, al no producirse estos factores, tampoco suelen venir atletas de primer nivel mundial», afirma, si bien matiza que el organismo que representa «no tiene nada que ver con estos factores». Esa función corresponde, dice, al ayuntamiento.

El gran número de pruebas que alberga la capital cacereña provoca, además, algunas quejas, como la vivida la pasada semana durante la carrera contra el VIH. La organización vio como cómo el consistorio cambió el recorrido de la misma con tan solo una semana de antelación. Alegó, además, que no había suficientes policías locales para desarrollarla en el casco antiguo.

Sea como sea, la cantidad de carreras que acoge Cáceres sí parece excesiva si se atiende a criterios poblacionales. Las calles de la ciudad, como ya se ha mencionado, han albergado durante el 2016 un total de treinta carreras. La localidad de San Fernando, en la provincia de Cádiz, es la que más se parece en habitantes a la capital cacereña (95.585 de la ciudad extremeña por los 96.335 de la de la provincia gaditana, según el censo de 2014). Este periódico se ha puesto en contacto con un técnico de Deportes del consistorio isleño y éste asegura que, durante este año, su municipio sólo ha organizado 15 pruebas. Incluye en esta cifra, además, las marchas populares sin carácter competitivo como algunas caminatas solidarias.

¿Qué puede hacer Cáceres, entonces, para lograr un mayor reconocimiento en algo tan de moda y con tanto seguimiento como las carreras populares? Esta pregunta ya se la han planteado desde otros consistorios y las soluciones han sido diversas. Algunos de ellos también se han enfrentado, además, al problema del gran volumen de carreras. Madrid y Barcelona, por ejemplo, han optado por fijar un circuito de pruebas cerrado antes de que comience el año. Sólo pueden celebrarse otras carreras en el caso de que alguna se suspenda.