La Navidad ya brilla con luz propia en las calles de la ciudad aunque el encendido de la iluminación especial se haya hecho esperar, concretamente trece días respecto al año pasado (el 2 de diciembre). Sin embargo, ha sido por una buena causa. Y es que este año el ayuntamiento ha pensado sobre todo en el ahorro energético para "predicar con el ejemplo" y ayudar a frenar el cambio climático, justificó ayer la alcaldesa, Carmen Heras. Reconoció, eso sí, que la idea no había gustado a un sector de la ciudad, pero insistió en que hubiera estado "fuera de lugar".

Así, no solo se ha recortado el periodo que permanecerá iluminada la ciudad, sino que también se ha reducido el horario diario de encendido. Este año habrá un horario único desde las seis y media de la tarde hasta la una y media de la madrugada. En años anteriores, la iluminación se mantenía hasta el amanecer (sobre las 5 de la madrugada) en días señalados, como Nochebuena, Nochevieja o Reyes.

Este año no será así, según confirmó a este diario un responsable de la empresa instaladora. Además, se ha incrementado el número de bombillas de bajo consumo hasta llegar al cien por cien de las 600.000 que componen todo el montaje.

La alcaldesa, Carmen Heras, se estrenó anoche en el papel de maestra de ceremonias del encendido oficial y ofreció su primer mensaje navideño a los cacereños, a los que deseó unas fiestas "en armonía" y un 2008 lleno de salud y más suerte. Será un año, dijo, en el que habrá que aumentar el esfuerzo para conseguir la candidatura del 2016 y reclamó a todos "arrimar el hombro". Precisamente el 2016 es uno de los 287 motivos que ilustran el encendido.

CONTENCION DEL GASTO El acto simbólico del encendido en la plaza Mayor arrancó como todos los años la programación navideña del ayuntamiento, marcada también este año por la "austeridad" presupuestaria, según reconoció hace unos días la propia edil de Festejos, María José Casado. "Hemos hecho la mejor programación posible", apostilló ayer la alcaldesa.

Además de música y luces, el funambulista Mustafá Danguir regaló unos minutos de emoción a las ateridas caras de las decenas de cacereños que asistieron al acto, a pesar de los 6 grados que marcaban los termómetros, al cruzar un tramo de la plaza (105 metros) suspendido de un cable de acero situado a doce metros del suelo.

Aunque las luces de la plaza Mayor no se iluminaron hasta las nueve de la noche, el resto de la ciudad comenzó a brillar casi tres horas antes. El encendido de toda la ciudad debe hacerse de forma progresiva, ya que la instalación cuenta con 45 cuadros de control independientes. La iluminación tiene escasas novedades respecto a la de años anteriores: se ha incluido la vía de los números pares de la avenida de España y se ha extendido a nuevas barriadas.