Al escritor Santiago Tobar (Alcorcón, 1973) una ruptura sentimental le hizo descubrir que Cáceres, su ciudad de residencia, está muy lejos de Manhattan. Aunque resulte una obviedad, Cáceres--Manhattan , título de uno de sus poemas, da nombre a su primera antología --él prefiere denominarla "trayecto poético"-- y sirve de hilo conductor para esta obra, a la que acompaña un CD con una selección de poemas musicados. Con voz de la cantante Pilar Boyero y arreglos del compositor Carlos Ojeda, además de las colaboraciones de otros músicos, este libro-disco se convierte en una autobiografía poética a través de los escritos de Tobar durante los últimos ocho años.

Autor del cuento El hombre que se llevó la lluvia (2004) y el relato hiperbreve Matarratos (2003), decidió reunir los poemarios en una sola obra, de la que ha autoeditado un millar de ejemplares, a la venta en internet (www.rumorvisual.com ). "Mi poesía habla del día al día. Es sencilla, profunda y cotidiana", explica Tobar, que huye de rima y métrica para intentar "acercarse más a la prosa poética". Asegura que pretende abordar "las relaciones humanas, cómo se establecen y fluctúan, cómo unas aguantan y otras se desvanecen", en alusión a las de pareja.

Pero el valor añadido de Cáceres-Manhattan reside, más de allá de sus poemarios por etapas, en el complemento idóneo del disco. Con una apuesta por la fusión de poesía, copla y otras músicas, las nueve piezas sorprenden por la mezcla de sonidos y su originalidad. En unos casos, por la calidad de las composiciones y en otros por el riesgo musical que asume este proyecto, lejos de la comercialidad.

"Al principio empecé a hacer pequeñas piezas musicadas con los poemas", recuerda Carlos Ojeda, experto en elaborar composiciones para teatro, música y danza, que se dejó llevar por lo que le sugerían los versos. Luego surgió la idea de que Pilar Boyero cantara los textos para imprimirles "la estética de la emoción de la copla". Para la cantante fue un reto porque nunca había grabado nada parecido. "Es una mezcla explosiva y diferente", asegura. El viaje poético que Tobar comenzó en Nueva York ya ha llegado a su destino.