El AVE comenzará los viajes de prueba a Murcia en enero de 2018 y los murcianos protestan por la manera de entrar en la capital. Los planes del ministerio eran que arribara en superficie lo que conllevaba levantar dos muros a lo largo del trayecto para paliar los ruidos y evitar accidentes. Con muy buen criterio los murcianos arguyeron que los tales muros dividirían la ciudad y por lo tanto exigían que soterraran las vías. Puesto que no les hacían caso iniciaron manifestaciones y protestas, algunas de las cuales acabaron en indeseables desmanes, llegando a congregar a cincuenta mil personas. En un principio el ministro de la cosa se puso farruco y aseguró que el muro se construiría pero a la vista de la duración de las protestas, tres meses ya, de su importancia y repercusión no ha tenido más remedio que rectificar. ADIF ha comunicado que modifica sus proyectos y no solo promete que hará el soterramiento más adelante sino que le ha puesto fecha: las obras comienzan ya. Lo comenté con mi amigo Josemi, que está muy indignado con lo que sucede por estos lares y se indignó aún más. Desde hace mucho tiempo la indignación de Josemi y de todos los Josemi que habitan nuestra ciudad me provoca una sonrisa sardónica. Hace tiempo que surgió en nuestra ciudad una plataforma que ni siquiera demandaba un AVE sino un tren digno pero los Josemi no se apuntaron ni acudieron a la manifestación. Aquí nada ni nadie puede convocar a cincuenta mil personas. El ascenso del Cáceres de baloncesto a la ACB concitó la presencia de varios miles, las protestas por la hora de cierre de los bares algunos cientos y, una vez muerto Franco, solamente la Virgen de la Montaña llega a los diez mil por lo cual si Ella convocara la manifestación y encabezara las protestas seguramente llenaría calles y plazas. Quizás algún día tengamos un tren digno pero los muchísimos Josemis que viven aquí no serán dignos del tal tren. Y quien dice tren dice hospital, autovía a Badajoz,etc Mientras tanto Extremadura será la única comunidad que no tenga AVE ni lo tendrá nunca.