Ni un pulsador, ni un interruptor, ni un gesto. Este año el encendido extraordinario ha querido subirse al carro de las nuevas tecnologías y fue accionado anoche por la alcaldesa mediante una llamada de teléfono móvil realizada desde Cánovas. Al momento, y antes incluso de que Carmen Heras se hubiese colocado debidamente en la avenida de España para las tradicionales fotografías, la ciudad comenzó a iluminarse con el colorido y los motivos de la Navidad.

El encendido y el mercado de Cánovas son las dos citas que año tras año marcan el comienzo del ambiente festivo en Cáceres. Ambas se iniciaron anoche con más de un mes por delante, ya que se mantendrán hasta el 6 de enero. A petición del comercio, esta vez las luces brillan desde principios de diciembre, en lugar de esperar a mediados de mes. "Al tener ya todos los adornos de bajo consumo, con leeds, este adelanto apenas eleva la factura (un 5%), y al comercio le viene muy bien porque se va generando un ambiente lúdico, bonito...", explicó anoche Heras.

De hecho, el principal gasto del alumbrado es su instalación, este año a cargo de dos empresas (Henry iluminación e Isedex) y de la Brigada Municipal de Electricidad. El coste asciende a 70.000 euros, por debajo de la pasada Navidad debido a la rebaja que han realizado las dos firmas. Un total de 300 motivos iluminan ya todos los distritos cacereños, algunos novedosos como Las Meninas de avenida de Alemania, o los adornos con volúmenes de San Pedro. También han cambiado la decoración la avenida de España (pares), San Pedro de Alcántara, Ezponda o Hernán Cortés, por donde este año pasará la cabalgata.

Lazos, abetos, estrellas, regalos, guirnaldas, ángeles o renos formarán parte durante un mes del paisaje urbano cacereño. Se accionarán a diario de 18.30 a 24.00 (dos horas más los festivos).

"Hemos queridos que todos los barrios tengan una pequeña muestra de la Navidad, hasta donde hemos podido llegar, porque la situación económica no es la más proclive para hacer dispendios, pero queremos colaborar en lo posible", dijo anoche Heras, que deseó a los cacereños "fundamentalmente salud, y que aprovechen todas las posibilidades de estar con los sedes queridos, con serenidad y alegría".

Además, la alcaldesa animó a disfrutar de las fiestas "lo mejor posible dentro de una cierta discreción, en solidaridad con la gente que atraviesa una mala situación económica", pero también instó "a mover un poquito el dinero, a ver si conseguimos entre todos remover la economía".

165 METROS DE CARPA La puesta de largo del programa navideño se completó ayer con la apertura del tradicional mercado, este año renovado y cubierto para sortear las inclemencias del tiempo propias de estas fechas. Una carpa de 165 metros cubre la zona expositiva instalada en el Paseo de Cánovas. En el interior, 38 puestos procedentes de distintos puntos de España, Francia, Portugal y Argentina muestran todo tipo de productos.

"Más que un mercadillo, ofrecemos una feria de novedades", puntualizó el promotor de la iniciativa Miguel Barahona, que defendió también la propuesta de que el mercado fuera cubierto. "La idea es que la gente se sienta cómoda, como en una boutique", indicó. El mercado permanecerá abierto mañana y tarde, de 11.00 a 15.00 y de 17.00 a 22.00, hasta el 6 de enero

La zona de expositores incluye artesanía de plata, juegos de ingenio, bisutería, estufas de incienso, jabones, pieles, grabados y artesanía de Marruecos. También otros productos novedosos, como manteles ´antimanchas´, almohadas relajantes y cojines de semillas para distintas dolencias. Además hay productos típicos de la gastronomía gallega, gominolas artesanales, y frutos secos garrapiñados que ayer acapararon el interés.

"La idea de cubrirlo está muy bien, pero el problema es que la zona de paso es muy estrecha", comentaban algunos visitantes en el interior de la carpa. De hecho, en ocasiones costaba abrirse paso cuando la gente se detenía a mirar algún puesto.