Cáceres se despide hoy a la Virgen de la Montaña, que regresa su Santuario tras el novenario que se inició el pasado 23 de abril con el traslado de la imagen a la ciudad. Pasadas las doce de la noche de daban por finalizadas las actividades en honor de la patrona en la ciudad, que se habían iniciado ese día a las ocho de la mañana con la segunda jornada de besamanto, de nuevo multitudinario, en la concatedral. La tradicional convocatoria para besar el manto de la patrona congregó a miles de cacereños en las inmediaciones de la plaza, lo que provocó de nuevo las habituales colas para acceder a Santa María y cumplir con el ritual, sobre todo a lo largo de la tarde, cuando se vivieron los momentos de mayor afluencia.
En la jornada de ayer se ofició además la misa de culto por las intenciones del ayuntamiento en la concatedral de Santa María, a la que asistieron parte de la corporación municipal, encabezada por la alcaldesa, Carmen Heras, quien presidía por primera vez este acto como regidora de la ciudad.
La comitiva de traslado parte hoy a las nueve de la mañana de Santa María, donde hora y media antes (a las 7.30 horas) está previsto que comience la misa con la que se despide cada año a la imagen. La procesión realizará el recorrido habitual: Arco de la Estrella, plaza Mayor, calle Pintores, San Juan, Sergio Sánchez, Soledad, Fuente Nueva, Mira al Río y Fuente Concejo, donde está previsto que llegue pasadas las once de la mañana. Todas estas calles y las adyacentes permanecerán cortadas al tráfico durante la mañana.
En Fuente Concejo se llevará a cabo el acto de entrega a la corporación municipal del bastón de mando de la ciudad que ha estado en posesión de la patrona durante el novenario, y se iniciará el ascenso hasta el Santuario, ya como romería. A la llegada, se llevará a cabo la misa de romeros en la explanada. Tras la bendición de los campos, la Virgen entrará en el santuario hasta el próximo año.
Para esta jornada de regreso, la imagen de la Virgen de la Montaña vestirá el manto de terciopelo rojo bordado en oro, que la cofradía regaló a la patrona en 1998 y que fue confeccionado en Valencia por un taller de bordados artesanales. Aunque en los últimos años la Montaña había lucido el manto azulina de raso que le regalaron los hermanos de carga en el 2003, el que luce hoy es uno de los que habitualmente viste en los desfiles procesionales, puesto que por sus dimensiones no se puede utilizar en otro momento. La corona de hoy es la de diario, una joya de estilo Rococó en plata sobredorada y pedrería falsa, fabricadas a mediados del siglo XVIII.
