Un grupo de 200 personas procedentes de Andalucía realizarán próximamente una visita cultural a Cáceres y Trujillo, que incluirá un día en la finca del rejoneador Leonardo Hernández con sus excepcionales caballos (cría, entrenamiento en el campo...), y una comida donde no faltará de nada, flamenco incluido. Todos los gastos corren por cuenta de unos grandes almacenes muy conocidos, que han encargado el viaje diseñado a medida para que su personal lo pase realmente bien. Touryou es una de las firmas cacereñas que se encargan de organizar este tipo de estancias. «El turismo de incentivos ha puesto sus ojos en Cáceres, donde las empresas encuentran los servicios de calidad que necesitan para motivar a sus empleados y clientes», explica David Huguet, gerente de Touryou.

¿Por qué Cáceres? «Porque tiene un abanico de recursos idóneos para este tipo de turismo: su indudable patrimonio cultural (Cáceres, Trujillo, Guadalupe...) y natural (Monfragüe, Tajo Internacional, Villuercas...), y el hecho de no estar masificada, lo que permite adaptar las estancias a lo que pide el cliente», explica María Blázquez, coordinadora de proyectos del Clúster de Turismo de Extremadura, que aglutina a numerosas empresas del sector. Pero además, hay otras cualidades que hacen a Cáceres singular: «Ofrece posibilidades excepcionales para el turismo taurino y cinegético, grandes fincas de toros y caza. Esto nos diferencia del resto de destinos», subraya David Huguet. Sin duda, dos clásicos que atraen como pocos a personas deseosas de pasar una experiencia irrepetible.

Pero..., ¿qué son los viajes de incentivos? Financiados por las empresas, pretenden estimular a sus empleados o clientes para conseguir de ellos una mayor motivación que repercuta en el aumento de la producción y la rentabilidad. «Mejoran las relaciones personales, las sinergias y se cuidan los detalles al máximo para que sea una experiencia positiva», precisa María Blázquez. Las empresas cacereñas de turismo han sabido responder y crear esas estancias especiales, diseñadas según lo que piden las grandes compañías que las encargan.

Y lo que piden estas grandes compañías es, sobre todo, «hacer grupo», matiza David Huguet. Para ello, Cáceres ofrece amplias posibilidades. «Por ejemplo, se puede dedicar un fin de semana a conocer la ciudad con un guía del patrimonio y completarlo con una jornada en las fincas taurinas de Victorino Martín o Adolfo Martín. Se trata de visitas muy lúdicas y didácticas, los mayorales explican la cría del toro en plena dehesa, que ya de por sí es espectacular. Luego el grupo participa en una capea y come en carpas acondicionadas con todo los detalles», relata David Huguet.

Lo mismo ocurre con el turismo cinegético, en el que Cáceres constituye una auténtica potencia. «Llegan grupos de empresas de España y Europa con mucha frecuencia. Generalmente son más pequeños y elitistas, de unas 15-25 personas. Traen todo incluido en las fincas de caza, se les facilitan incluso las armas y las licencias», subraya el profesional.

Pero además, a todas estas opciones se une el turismo enológico, gastronómico, de salud o de naturaleza, es decir, visitas a bodegas, balnearios, spa, buenos restaurantes, queserías o secaderos, ya que Cáceres tiene cada día más servicios, rutas y experiencias. Estas grandes compañías eligen lo que quieren, y las empresas cacereñas lo cuadran y organizan: hoteles de cuatro y cinco estrellas, desplazamientos en vehículos más cómodos que los típicos autobuses... «Son firmas que pueden permitirse estos viajes de incentivos. Suelen gastar unos 60 euros por persona y día», subrayan desde Touryou. «Es una suerte que el turismo de incentivos se haya fijado en Cáceres porque no mira especialmente el presupuesto», indica María Blázquez.

De hecho, estas empresas «pone en el punto de mira donde encuentran la oferta más atractiva, buscan destinos sin exceso de turistas con alto valor patrimonial, cultural y gastronómico», precisa la especialista del clúster. «Cáceres y Extremadura se han puesto de moda, solo hay que ver el interés que generamos fuera de la región. A ello han contribuido acciones como la Capitalidad Gastronómica de Cáceres, el éxito del Puente de Alcántara y de Los Barruecos en el concurso de la Guía Repsol, o la consideración de Las Hurdes como paraíso natural», señala María Blázquez.

Y por supuesto, gran parte del atractivo que despierta Cáceres en los últimos años se debe a las redes sociales, donde cada extremeño ejerce de portavoz con sus fotos en Facebook, Twitter o Instagram. «Ya nadie dice que Extremadura es seca o árida, ahora vienen buscando las piscinas naturales y los paisajes privilegiados», concluye la especialista.