El robo por tirón que sufrió la presidenta de la Asociación Manos Unidas hace un mes en la calle Viena, que le produjo heridas graves teniendo que ser hospitalizada, o el más reciente ocurrido el 27 de octubre en Santa Joaquina de Vedruna, también a una mujer a la que sustrajeron 6.000 euros resultando herida, han puesto en evidencia las graves consecuencias que pueden tener este tipo de asaltos callejeros aunque en Cáceres no tengan una incidencia destacada: no llegan a tres casos al mes.

Así, a pesar de la sensación de inseguridad que transmiten, la Policía Nacional insiste en que no es un tipo de delito habitual en la ciudad. "No hay un aumento, pero en algunos casos son muy aparatosos y crean alarma, pero son hechos puntuales", aseguran fuentes policiales.

De hecho, la media de casos que se registran en la capital se situaría en el 2,6 al mes, según datos facilitados por la comisaría. En lo que va de año se han denunciado 26 robos por el procedimiento del tirón, una cifra que se mantiene estable, a tenor de dichos datos oficiales. El año pasado se registraron 25 casos.

DETENIDOS Y PERFIL El sindicato Unificado de Policía (SUP) aumenta ligeramente esa cifra. Hasta agosto registraba 32 sucesos, lo que suponía un incremento del 14,28% respecto al año anterior. Aun siendo así, sería uno de los delitos que menos se incrementa en la capital.

Hasta el momento, la policía ha podido detener a siete tironeros y ha esclarecido nueve de los robos cometidos con este sistema, el 34% del total. "Es difícil resolver estos asuntos porque el robo es muy rápido y la víctima no se queda con muchas características del asaltante", justifican en la comisaría.

No existe un perfil concreto de los delincuentes que utilizan este procedimiento de robo, aunque frecuentemente suelen ser hombres de entre 25 a 35 años, delincuentes habituales que "se ven movidos por la necesidad", explican fuentes policiales, y abordan a sus víctimas a pie o desde un ciclomotor.

No existe tampoco una zona favorita para actuar. "Los tironeros son imprevisibles, actúan de forma aislada y ocasional y no son delincuentes especializados --añaden dichas fuentes--. Suelen ser toxicómanos que se ven apurados para conseguir dinero rápido. La mayoría son de Cáceres y conocidos". Las cantidades que consiguen sustraer "no son significativas", 200 o 300 euros como máximo, aunque a veces, como el caso de Santa Joaquina de Vedruna, el botín puede ser más sustancioso.

En casos de este tipo, el ladrón elige escrupulosamente a su víctima a la salida de una entidad bancaria y después de vigilar si ha retirado dinero o no. Estos casos son los menos habituales. "A veces no es tanto el dinero como otros efectos de valor que se pueden llevar en el bolso, como móviles, algunos muy caros".