Los propietarios de animales domésticos contarán por fin con una instalación que muchos vienen demandando desde hace años: una incineradora que les permita dar mejor fin a sus mascotas. Tras encargar un estudio a los técnicos municipales y determinar su viabilidad, el concejal de Desarrollo Local, Miguel López, confirmó ayer que la capital cacereña tendrá con seguridad un horno crematorio al que cualquier ciudadano podrá recurrir para despedir al animal de una forma más digna. "Muchos perros pasan 10 ó 15 años con sus dueños, y su muerte es un momento bastante duro como para encima no saber qué hacer con el cuerpo", señaló el edil.

Por el momento la única alternativa es la fosa de cal viva que ofrece Conyser, una opción poco sensible. Además, muchos ciudadanos no pueden trasladarse a la instalación (en el vertedero) y otros ni siquiera conocen esta posibilidad, de modo que dejan a los animales en contenedores o escombreras, o los entierran pese a no estar permitido.

Por ello, el ayuntamiento ha resuelto aprovechar una cláusula del contrato suscrito con la empresa Conyser (concesionaria de la gestión de residuos urbanos) para implantar este servicio, implementando una tasa que los usuarios pagarán cada vez que hagan uso del horno, y que permitirá su financiación, calculada en torno a los 40.000 euros. "Casi con seguridad se ubicará en las instalaciones del vertedero, que se sellará y se restaurará cuando funcione el Ecoparque. El dueño del animal podrá abonar la tasa en el ayuntamiento, y seguidamente irán a su casa a buscar el cuerpo, sin que deba preocuparse de más", indicó Miguel López.

EL PROCESO El ayuntamiento ya ha definido con la Junta todos los requisitos necesarios para abrir una incineradora, y en estos momentos los técnicos municipales valoran el coste del servicio para determinar la tasa. La Comisión Municipal de Contratación deberá dar el visto bueno "y a continuación comenzaremos los trabajos de instalación --avanzó el edil--. Los trámites son complejos, pero nos gustaría que funcionara el próximo año".

El concejal considera que la falta de este servicio "supone un problema real con el que muchos ciudadanos se topan de repente, y además afecta a los sentimientos de las personas, que tienen al animal muerto en casa sin saber qué hacer. Por eso hemos buscado una solución tanto práctica como considerada con esas situaciones", subrayó.