El Carnaval es una festividad que tiene lugar inmediatamente antes de la cuaresma cristiana y que combina algunos elementos como disfraces, desfiles, y bailes en la calle. A pesar de las grandes diferencias que su celebración presenta en el mundo, su característica común es la de ser un período de permisividad y cierto descontrol. Hubo un tiempo en que Cáceres fue tan placenteramente permisiva que el Carnaval se convirtió en una de sus fiestas de referencia.

José Manuel Buitrago, hijo de Manuel Buitrago, funcionario de Espectáculos, y Esperanza Morales, que durante la guerra civil fue peluquera de la Peluquería Preciados en Madrid, nació en Cáceres. Fue a clase con doña Antonia y luego al Brocense de don Esteban, doña Julita, Aurora Sanguino...

En 1985 paseaba Buitrago por Pintores con su mujer, Angela de la Osa, cuando una muchedumbre se agolpaba en la plaza. Tan bichos raros se sintieron que, sin dudarlo, entraron en una tienda, se compraron unas pinturas, se pintaron la cara y se mezclaron con aquella bacanal de diversión que tanto color le daba a Cáceres. Un año después nacerían Los Golfines de en Medio, con Chencho, Luis, Pepe García Rey, Manolo Carrera...

Buitrago estuvo tan vinculado al Carnaval que hasta llegó a ser pregonero, como lo fueron Camilo José Cela, Joaquín Sabina (que dio en Cáceres el tercer pregón de su vida), Coral Bistuer, Pepe Higuero, aunque el que más polémica lió fue Fran Rivera, y no es de extrañar porque soltó perlas del tipo: "Prometo que voy a probar la patatera" o "Me he enterado esta mañana que sois Patrimonio de la Humanidad" , vamos, que el torero no sabía si estaba en Cáceres o en Huelva y dijo lo primero que se le vino a la cabeza.

Teodoro Casado también fue pregonero. Es inevitable recordar la mítica frase de Teodoro: "El de Cáceres es un Carnaval de Miranda porque todos miran y nadie participa" . La frase la pronunció el concejal en los años en que el Carnaval empezó a flojear, pese a los intentos de Mauro, Juan Carlos Durán, Marisa, El Jaleo, La Bellota, Luis Gibello y todos los demás.

Cómo olvidar aquellos Carnavales con Sánchez Polo como alcalde, con el bueno de Pepe Alvarado, cómo olvidar aquél año en que Juan Ramón Marchena, Luisina y sus amigos también se disfrazaron. Marchena fue jefe de protocolo y funcionario del Negociado Central del ayuntamiento durante el mandato de 13 alcaldes. Nació en 1918 y se crió en la calle Moro, su padre tenía una tienda de confección en la plaza, donde ahora está el bar Los Arcos. Fue a La Graduada de don Angel Rodríguez, inventor de la cartilla Rayas . Poco después se puso a trabajar en la habilitación de Magisterio, junto a don Germán García Fernández, padre del alcalde Manuel García Tomé.

Al Carnaval y a las lavanderas también iba Felisa Rodríguez, que hace poco posó bien guapa con Angel, su marido, y dos de sus nietos: Angel y Eva.

Menos mal que aún queda el colegio Moctezuma, que este año celebra su 25 aniversario y que no falta a la cita. El viernes lo hizo con un homenaje a Sudamérica. El Moctezuma lo dirige José Luis Rol, que nació en Madroñera pero que estudió en El Brocense y en Las Normales. Le dieron clase Enrique Barcia, Isabel Luna, Antonia Fuertes, Pepe Mariño, Antonio Luceño...

El tiempo pasaba entonces entre Cánovas, Coliseum, Capitol, bueno y El Extremeño de Jesús Sansón, que empezó a los 14 años en un quioso de bebidas que había junto al Banco de España y luego en la Cafetería Nevada, El Figón, Iberia, Alcántara, Hidalgo... hasta fundar El Extremeño, otro talismán de la movida que tanta vida le dio al Carnaval.

Los niños del Moctezuma guardan sus abalorios y Cáceres cierra la puerta. Tras la mirilla, El Jaleo, Los No Brasileiros y un tropel de máscaras y recuerdos que llenan de placer nuestra memoria.