TDtecía don Joaquín Costa en su admirada obra "Oligarquía y Caciquismo como forma de gobierno actual en España" que el régimen político establecido en el país por la Restauración Borbónica era el creador y causante de la corrupción, de la manipulación, del falseamiento de las elecciones y del atraso y estancamiento de nuestros pueblos por la ignorancia, el rechazo a la educación y el "caciquismo" de los dos partidos constitucionales: el conservador y el liberal, acostumbrados --desde el Pacto de El Pardo de 1885-- a manipular, y desnaturalizar la democracia de entonces para ir sucediéndose en el gobierno, alternativamente, sin altercados ni interrupciones.

Costa sigue teniendo razón hoy. Aunque haya pasado ya más un siglo desde que lo sentenció. Entonces, los cacereños con derecho a voto, que eran pocos y muy aristocráticos, fueron preferentemente conservadores y dieron a su principal paseo el nombre de Cánovas; pero la burguesía cacereña, integrada por abogados, médicos, boticarios, comerciantes y profesores, se decantaron por el partido liberal de Práxedes Mateo Sagasta y tuvieron como líder indiscutible al prestigioso jurista Juan Muñoz Chaves , que dejó una notable huella en la historia política cacereña.

Podemos decir que don Juan fue el modelo de "cacique" que describía Costa, estrechamente vinculado a los "oligarcas" liberales de Madrid y a todos los "caciques" locales de los pueblos de la provincia a los que transmitía los "encasillados" para manipular las urnas y las listas electorales en tiempos de comicios para el Congreso o el Senado. Creó un periódico de notable divulgación: "El Noticiero", que se imprimía en uno de los locales de la calle Pintores; poniendo al frente de este periódico a un catedrático de Francés del Instituto General y Técnico llamado don Manuel Castillo Quijada , hombre de pluma ágil y fuertes convicciones liberales, que fustigó desde sus páginas a "tirios y troyanos" en defensa de los métodos y procedimientos del sistema dominante.

XSIGUIENDOx los esquemas "caciquiles" que apunta en su libro el propio Costa, podemos decir que los Muñoz Chaves se vincularon al "partido" liberal a través de su oligarca en Madrid: Segismundo Moret y Prendergast , ejerciendo su "cacicato" en toda la provincia cacereña. Destacaron Joaquín Muñoz Chaves , Juan Muñoz Chaves y sus hijos, especialmente Juan Muñoz Fernández de Soria que fue alcalde de la ciudad. No es necesario comentar las obras y milagros del Sr. Moret en favor de Cáceres ni la estima de los cacereños por aquel gaditano, notable político y destacado empresario, al que consideraron "hijo predilecto" y gran "prócer" de las aspiraciones cacereñas.

Juan Muñoz Chaves fue decano del Colegio de Abogados, notable jurista y destacado ciudadano; por eso, cuando murió repentinamente, después de un tenso juicio en la Audiencia, en 1917, el Concejo aprobó erigir en su honor un monumento en la explanada del Hospital Provincial, encargando su ejecución al ilustre escultor Mateo Inurria , que lo hizo en piedra y bronce, con bellísimas figuras simbólicas representando a la Justicia y el busto del propio Muñoz Chaves. En el año 1964 fue desplazado a su ubicación actual para emplazar una fuente luminosa.