Los vecinos de la calle Caleros vuelven a quejarse por las multas de 200 euros que están recibiendo desde el pasado domingo por estacionar sus vehículos en la vía pública. Al igual que sucedió hace unos meses, al menos una decena de residentes han sido multados por dejar los coches junto a sus viviendas en una de las principales vías del recinto intramuros, donde las señales de prohibición han desaparecido tras ser arrancadas cuando se produjo la anterior protesta vecinal.

A raíz del cierre al tráfico para los vehículos de los no residentes decretado por el gobierno local en septiembre de este año, la prohibición de estacionar en el casco viejo se endureció con sanciones que alcanzaban hasta los 200 euros en todas las calles.

En Caleros, exponen los afectados, se les multa "por estacionar en lugar prohibido y señalizado sobre la acera", según recogen textualmente las tres denuncias que en la mañana del pasado domingo y en la madrugada del lunes al martes impusieron a Jesús Grande, uno de los vecinos que mostraba su indignación porque no les hubieran advertido de que les volvían a sancionar.

PETICIÓN DE AVISO

Vecinos consultados ayer por este diario expresaron su preocupación por que el gobierno local haya comenzado a multarles, sin ofrecer ninguna alternativa de aparcamiento, y aseguraron que cuando se les sancionó por primera vez hace unos meses anteriores responsables municipales se comprometieron a no hacerlo hasta que no contaran con un espacio para estacionar en el entorno de sus casas.

"Lo único que pedimos es que se nos comuniquen por escrito los cambios que hay en la normativa de la calle. Si tenemos acordado que no se nos multaba, que nos avisen de que vuelven a hacerlo", añaden los afectados, que insisten en que en Caleros no existe ningún tipo de señalización que les advierta de que no puedan estacionar.

Los residentes califican ahora la medida de "excesiva" porque en esta ocasión las multas se han registrado por la mañana y durante la madrugada. Proponen como soluciones a los problemas de aparcamiento que se delimiten espacios para los residentes en zonas que no supongan un obstáculo al paso de vehículos e insisten en que haría falta contar con un aparcamiento en el recinto intramuros o en el entorno para atender las necesidades de los vecinos de la parte baja de las calles Caleros y Tenerías. "Estaríamos dispuestos a pagar una cuota como ocurre a los que están cerca del párking de Obispo Galarza", subrayan.

Los residentes afectados por las multas entienden que sería factible que en Caleros se delimitaran hasta una quincena de plazas de aparcamiento para que pudieran quedarse en la calle y lamentan que la policía multara ayer por la mañana a ocho vecinos que habían dejado estacionados sus coches durante la madrugada de ayer. "Cuando nos levantamos, nos encontramos con las multas", afirman, aún sorprendidos por los horarios en los que han registrado las sanciones, que temen que vuelvan a producirse sin aviso previo.