Los establecimientos del entorno de la calle Pizarro han decidido no hacer cotillón. En realidad lo acordaron hace dos años y la experiencia les ha dado la razón. "Nuestra clientela, de 18 a 35 años, no es partidaria de pasar toda la noche en un local. Le gusta salir, ver gente, relacionarse, cambiar de sitio...", explica Edinho Queiroz, responsable de Mistura Brasileira. Por tanto, este pub junto con María Mandiles, Capitán Haddock, Cambalache, la Habana, El Convento, La Traviata y La Farándula abrirán sus puertas a todo el público y tendrán un servicio común de ropero en un local entre Haddock y Mistura, a 1 euro. Las copas subirán a 6 euros porque también se encarecen los costes del personal: cada camarero cobrará unos 150 euros esa noche.