Los problemas con la telefonía encabezan las quejas. Un socio de Acuex sufrió una avería en un móvil que acababa de comprar 15 días antes, pero el establecimiento se negó a cambiarlo por otro similar pese a estar en garantía. Lo dejó a reparar, pasó el tiempo y no hubo noticias. El móvil se había perdido. El usuario presentó una hoja de reclamaciones aportando el documento de depósito de reparación. No fue posible llegar a un acuerdo ya que el establecimiento responsabilizaba al servicio técnico de la pérdida y éste ni siquiera respondía. Todo se agravó cuando la compañía telefónica le exigió el pago de las cuotas mínimas. Al negarse a abonarlas, dado que no tenía el servicio contratado, le dieron de baja, le exigieron una penalización de 150 euros y le incluyeron en la lista de morosos.

Fue preciso acudir a un juicio verbal, al que por cierto no se presentaron ni el establecimiento ni el servicio técnico, y el juez dio la razón al usuario, que recibió una indemnización de 500 euros por lo acaecido.

"Ya sea un teléfono móvil, un frigorífico o una lavadora, siempre debemos exigir la hoja de depósito al servicio técnico con nuestros datos, los de la empresa y el tipo de avería concreta, algo muy importante para reclamar posteriores averías, recordando que las reparaciones tienen una garantía de tres meses", explica Juan Bazaga, presidente de Acuex.