Una persona no se convierte en camarero con solo ponerse detrás de una barra. El oficio requiere amplios conocimientos, dedicación y sobre todo experiencia. Y eso no es precisamente lo que viene ocurriendo en Cáceres durante los últimos años, donde el servicio ha perdido calidad con la entrada de jóvenes sin vocación que apenas duran unos meses en sus puestos por la exigencia de los horarios. Para poner freno a esta situación, y para formar a personal cualificado que atienda a cacereños y turistas a la altura de lo merece una ciudad Patrimonio de la Humanidad, acaba de nacer la Asociación Sector Servicios de Cáceres, formada inicialmente por 30 camareros veteranos y experimentados con mucha iniciativa.

"Ni tenemos ningún ánimo de lucro, ni pretendemos ofender a nadie. Simplemente la realidad es clara: la ciudad necesita mejorar la profesionalidad de sus camareros, como otras de su tamaño, pero Cáceres nos duele especialmente y por eso venimos dispuestos a ayudar tanto a los hosteleros como a los empleados", explica Angel González, delegado del colectivo. Este apoyo se traducirá, sobre todo, en la organización de cursos. "Ya tenemos tres hoteles de cuatro estrellas interesados en que formemos a su personal. También recurriremos a subvenciones para financiar tales iniciativas, porque nosotros no queremos llevarnos ningún beneficio, tenemos nuestros trabajos", agrega Oscar Vilariño, secretario.

De hecho, estos profesionales han impartido durante años cursos gestionados por la Administración en distintos municipios, y además se dedican a la creación de hoteles y restaurantes que dejan en manos de sus titulares una vez en marcha. "Desde la asociación también ofrecemos este servicio. Nuestro objetivo es permanecer abiertos a todos, camareros y hosteleros", indican.