El anuncio hecho hace una semana por la alcaldesa, Elena Nevado, de que se aprovechará la modificación del plan de urbanismo que se está tramitando por la ronda este para reordenar la Ribera del Marco y darle un impulso como pulmón verde ha generado dudas y recelos por ser este espacio una de las zonas más sensibles de la ciudad y que encierran parte de su historia. Hoy se preguntará a la alcaldesa sobre cómo afectará esta modificación a la Ribera.

«Si lo que se pretende es darle una carga industrial o residencial, nos opondremos; si de lo que se trata es de proteger más la Ribera del Marco, votaremos a favor», comentó ayer Pedro Moreno, representante de la Asociación de Amigos de la Ribera del Marco, colectivo que será el que intervendrá hoy en el pleno.

Desde 2012 se sabe que se tiene que redactar esta modificación porque ese año se acordó un trazado para la ronda este que no coincide con la reserva viaria que hay en el plan general de urbanismo. El suelo que el plan reserva ahora para la ronda quedará libre y se le puede dar nuevos usos, Nevado habló de comercial e incluso de residencial. Pero esta posibilidad se limitaría a un tramo, el que está entre las traseras de Vistahermosa y las traseras de la nueva urbanización construida enfrente de los juzgados y el hospital. En esta franja sí hay opciones de nuevos usos; en el resto, en el tramo hasta la avenida de la Universidad, es muy difícil porque el trazado de la ronda se mete en suelo verde y el que dejará de destinarse a reserva viaria atraviesa zona verde. Los espacios libres del plan de urbanismo no se modificarían (las zonas verdes son uno de los elementos más esenciales y protegidos en la norma urbanística).

Cualquier proyecto o plan en la zona de la Ribera se tendría que concretar en el tramo que está en las traseras de Vistahermosa, de los pozos de San Jorge, de la charca del Marco, de la Huerta del Conde y de la urbanización que está enfrente de los juzgados y siempre al otro lado de la Ribera y de su cauce. Aquí sí habría espacio, el que queda entre la reserva viaria actual del plan que perderá esta calificación con la modificación de la norma y el nuevo trazado de la ronda, que se mete más en la Montaña, el terreno que queda en medio perdería su clasificación de suelo no urbanizable protegido Montaña.

No obstante, cualquier intervención o nuevos usos, los más demandados son los terciarios (comercial), tendrán que plantearse teniendo en cuenta la protección de la Ribera. De hecho el trazado de la ronda se alejó en este tramo del previsto en el plan de urbanismo, que estaba más cerca del cauce, para alejarlo lo más posible de la Ribera por su valor ambiental y cultural.