El matrimonio que salvó la vida el pasado martes en el incendio de su vivienda en Camino Llano ya tiene nueva casa. Las gestiones realizadas por la empresa cacereña Inmobiliaria Fernández han servido para que Presentación Fernández, de 78 años, y Valentín Romero, de 82 y enfermo de alzhéimer, hayan podido alquilar otro piso dos días después del siniestro tras ser acogidos en la vivienda de uno de sus hijos.

Los dos ancianos no se irán muy lejos del inmueble de dos plantas que tenían alquilado en el número 36 de Camino Llano y que fue devorado por las llamas. Ayer estaba previsto que pudieran trasladarse al número 7 de la misma calle, justo enfrente del edificio siniestrado, que verán desde el balcón de su nueva casa. Los restos del fuego seguían ayer siendo visibles en la fachada, con las ventanas abiertas y ennegrecidas por el humo.

La situación de provisionalidad en la que se encontraban el matrimonio pudo resolverse gracias a la intervención de la inmobiliaria, que agilizó las gestiones para poner en contacto a sus familiares con el arrendador del piso. "Hemos querido que sea nuestra forma de ayudarles", explicó ayer Carlos Arjona, responsable de la empresa Fernández, que ha ofrecido este servicio gratuitamente a los afectados, sin cobrar comisión alguna, según confirmó a este diario.

Curas y preparación

Mientras tanto, los ancianos se recuperaban favorablemente ayer de las quemaduras sufridas en la cara y en las orejas. Presentación Fernández afirmó por la mañana a EL PERIODICO que su marido "estaba mejor" y que ella había acudido al médico para que le curara las heridas en el rostro y los pabellones auditivos. Reacia a hacer declaraciones por el cansancio y la tensión acumulados, apuntó que estaba deseando instalarse en la nueva casa de alquiler por la que pagarán 360 euros, informó la inmobiliaria.

Durante la jornada de ayer el piso donde vivirán ambos abuelos fue acondicionado para que el traslado pudiera producirse en el menor plazo de tiempo posible. Los familiares se emplearon a fondo para que todo estuviese preparado para acoger el matrimonio. La nueva residencia es luminosa y está situada en la primera planta del edificio de Camino Llano. Los pasillos, de color amarillo, dan sensación de amplitud. Además, al inmueble no le falta ascensor a diferencia del que tuvieron que abandonar a causa del incendio.

Aunque en la casa aún queda por instalar algunos muebles más, familiares de los heridos explicaron que irán añadiendo nuevos enseres para que los inquilinos estén más cómodos. Lo mejor es que pueden dar gracias a la vida porque sus vecinos actuaron con rapidez, sacándoles de entre las llamas. Ahora les toca empezar una nueva vida y crear otro hogar en su calle más querida, frente al desastre.