En Cánovas y por amor al graffiti se concentraron ayer una veintena de jóvenes aficionados a esta expresión artística. "Se trata de acercar a la ciudadanía esta disciplina como el arte que es, y diferenciándolo del vandalismo al que habitualmente se asocia", explicaba Esther Masa, directora artística de la iniciativa ´Graffitea´ en la que se enmarca este curso promovido por el consorcio del 2016. Y la ciudadanía respondió con curiosidad y expectación a la iniciativa, y también a la improvisada competición de break-dance que un grupo de jóvenes iniciaron mientras los grafiteros plasmaban su propuesta en los murales habilitados junto al quiosco de la música.

"Como expresión artística y en sitios adecuados, el graffiti me parece muy atractivo, pero las firmas que se ven en muchas paredes son una gamberrada", afirmaba María Alvarez, uno de los muchos curiosos que se fueron arremolinando en torno a las obras en las que trabajaban los participantes. Otra mujer, por el contrario, contemplaba con el ceño fruncido los avances de la obra de un grupo de chavales. "Solo estoy aquí porque mi nieto es uno de los participantes, pero no me gusta", afirmaba.

Junto a piezas elaboradas de los participantes más expertos, como un mural compuesto por corazones, o una pareja de salamandras, otros adolescentes tuvieron ocasión de mostrar su visión artística de la capitalidad. El ganador, podrá plasmar la obra en uno de los muros que rodean la obra del auditorio, donde los próximos días 9 y 10 habrá una exhibición de grafiteros experimentados.