Que se disfrute del libro", respondía ayer Sara Santos a la pregunta de qué espera de la feria del libro. Santos está en el expositor que la librería Vicente tiene en la feria, que se inauguró ayer por la tarde y que durante 11 días convierte a Cánovas en el escaparate de la veintena de expositores que participan en una edición que se prolongará hasta el 2 de mayo.

"El libro sale al encuentro de los lectores" en una feria en la que "la calle es el escaparate", afirmó Javier Alonso de la Torre, director general de Promoción Cultural de la Junta, en su intervención durante el acto inaugural, mensaje reiterado por la alcaldesa, Carmen Heras, que recordó que con la feria se traen los libros a "un lugar de vida y dinámico" y que aseguró que el éxito del certamen estará "en la participación de la ciudadanía".

La feria del 2010 es la que contará con más expositores de las once ediciones celebradas y recuerda la figura del filólogo y bibliófilo extremeño Antonio Rodríguez Moñino al celebrarse este año el centenario de su nacimiento, además se han organizado una treintena de presentaciones, que se iniciaron ayer por la tarde con Trece, obra que recoge poemas de trece poetas noveles, seis de ellos leyeron pasajes de poemas que se incluyen en el libro en la presentación en la carpa instalada en Cánovas.

En el acto inaugural, Alonso destacó la amplia participación, "la mayor hasta la fecha", y la variedad de propuestas, aunque en esta edición también se dedica una especial atención a la novela policiaca, entre las publicaciones que se presentarán están Los asesinos lentos, premio de novela Café Gijón en 2009, y La estrategia del agua, de Lorenzo Silva.

Ruben Benavente, en representación de La Caixa, cuya obra social patrocina el certamen, también participó en el acto inaugural de la feria del libro, que está organizada por la Institución Ferial de Cáceres (Ifeca).

"En la feria se vende más, esta cantidad de gente no entra en las librerías", comentaba Alfonso Agúndez, de la librería Agúndez, quien, no obstante, recordaba que el balance no se podrá efectuar hasta el final de la feria. Santos coincidía en asegurar que en la feria "se vende más" y, al igual que Agúndez, no consideraba que la mayor participación de esta edición tenga que suponer obligatoriamente menores beneficios. "Aquí se ojean, se ven los libros sin compromiso, porque parece que la gente tiene miedo a entrar en las librerías", apuntaba Alvaro Madera, de la librería Alvaro, que esperaba de la feria de este año "asistencia y que el tiempo acompañe".