El mundo del toro rindió ayer un merecido homenaje a Antonio Sepúlveda, profesor de la escuela taurina, en un acto celebrado en el restaurante El Pato con más de 60 asistentes entre matadores, banderilleros, miembros de peñas y aficionados. "No me lo esperaba. Ha sido muy emocionante", explicó el protagonista, padre de novilleros, mozo de espadas y banderillero de toreros ilustres.

Prueba de ese cariño, estuvo acompañado por los diestros Manolo Bejarano, Luis Alviz y Emilio Rey y los novilleros Daniel Morales, Emilio de Justo, Angelete, Florín Fernández y Yolanda Borrella. Al tributo se sumaron las peñas Emilio Rey, Tendido de Sombra y Club Cultural Taurino Cacereño y la Asociación de Mayorales.

Todos destacaron la humanidad y la profesionalidad de Sepúlveda que, a sus 61 años, dijo tener aún fuerzas para seguir enseñando a aprendices. Una labor altruista que sólo se paga con el cariño que le demostraron ayer y por la que recibe el bonobús que le traslada de Aldea Moret a la plaza.