En el 2001 mató su primer novillo en Alcuéscar y hoy, con tan sólo 12 años, ya triunfa en las plazas de Méjico, Colombia y Venezuela donde, a partir del 18 de diciembre, iniciará su nueva temporada. Jairo Miguel de Cáceres, hijo del mítico torero cacereño Antonio Sánchez Cáceres, es más que una joven promesa, es ya un torerito con ganas de triunfar del que destacan su valor, perseverencia y espíritu de sacrificio.

Pero si en las plazas americanas está derrochando talento, en España su sueño debe esperar. "En nuestro país no se permite torear hasta los 16 años, y en Extremadura es donde más multas le han puesto, donde más se le está acosando", explica su padre, que asegura no entender por qué "los niños pueden hacer anuncios de pañales o cantar en Eurovisión y por torear les ponen multas, como mínimo, de 3.000 euros".

Sánchez Cáceres lamenta que Extremadura pierda la oportunidad, dice, "de disfrutar de ese prodigio y que mi hijo viviera esta gran aventura. A El Juli --admite resignado-- le pasó lo mismo".

Jairo Miguel estudia en el colegio San Jorge. Para poder compatibilizar sus estudios con sus ansias de ser torero dispondrá de un plan de estudios y tendrá un profesor particular. Ello le permitirá torear el 18 de diciembre en Ibagué y el 19 de enero en la primera plaza de Colombia, Santa María de Bogotá. El 1 de enero estará en Cali y también recorrerá México o Cartagena de Indias.

El niño destaca "por su sorprendente manera de torear. Con 12 años --insiste su padre-- tiene las ideas muy definidas y estamos ante un fenómeno". Ha entrenado en tentaderos con Ponce o El Cordobés, ha intervenido en festivales con Litri, Higares o Finito y al toro de más edad que ha toreado le faltaban días para cumplir los 4 años, pesaba 480 kilos y fue un regalo de Paco Camino.