La prisión de Cáceres celebró ayer la festividad de la patrona de Instituciones Penitenciarias, Nuestra Señora de la Merced, con la mirada puesta inevitablemente en el aumento de la población reclusa que ha experimentado en los últimos meses y que, con 611 reclusos, la sitúa en la cifra más alta desde los años 90 en los que aún era cárcel de menores.

El propio director del centro, Juan Carlos Carrillo, se refirió a este hecho en su discurso durante el acto central de la celebración --una misa y un vino al que asistió la alcaldesa y otras autoridades--, reconociendo el aumento del "esfuerzo" que esto ha supuesto en la plantilla de funcionarios (270) para impedir que crezca en la misma proporción la conflictividad.

"El incremento de nuestro esfuerzo está dando buenos resultados", aseguró en alusión a que los conflictos, según aseguró, no han subido ni se registran incidentes "graves". Este año el más grave ocurrió en julio al fugarse un preso escondido en un camión, aunque fue detenido y devuelto a la prisión en una hora.

CENTRO DE INSERCION SOCIAL En contrapartida, Carrillo, que agradeció la labor de los organizadores de las actividades de esta semana festiva y repudió el último asesinato de ETA, anunció que entre las mejoras de futuro estará la puesta en funcionamiento, posiblemente en otoño del próximo año, del nuevo Centro de Inserción Social para presos en tercer grado, que está en construcción en las inmediaciones de la prisión.

La apertura de este centro dejará en desuso la cárcel vieja, en la avenida Héroes de Baler, que alberga provisionalmente estas funciones en la actualidad. Por eso, el anuncio de Carrillo fue recibido con satisfacción por la alcaldesa, Carmen Heras, quien dijo tomar nota para iniciar los contactos con el Ministerio del Interior y que el edificio revierta al ayuntamiento.

Heras apostó nuevamente por reconvertir el inmueble en un "centro social y cultural que beneficie a la ciudad y a los barrios próximos". En este sentido, recordó que la rehabilitación del edificio será muy costosa y habría que buscar financiación ajena al ayuntamiento para abordar el proyecto, pero insistió en que la idea es "mantenerlo".