Cáritas Diocesana de Coria-Cáceres atendió el año pasado a un 5% menos de personas, concretamente a 1.175. Sin embargo, desde la dirección del colectivo descartan hablar de «recuperación global», sino solo para un sector de la población ya que el perfil de las personas atendidas «está volviendo a ser el que era antes de estallar la crisis», apuntó ayer la secretaria general de la entidad, Inmaculada Godoy, que presentó la memoria del año pasado junto con el director, José Manuel López Perera. No obstante, a pesar del descenso en la atención, Cáritas ofreció un 15% más de respuestas en 2016, ya que cada persona necesitó tres respuestas de media para cubrir todas sus necesidades. Para ello, el colectivo ha contado con un presupuesto de algo más de 1,4 millones de euros, de los cuales 696.536,03 euros corresponden a financiación pública y 719.071,95 euros a aportaciones privadas.

Así, desglosado por programas, en materia de empleo, Cáritas atendió a 972 personas, en su mayoría mujeres españolas de entre 25 y 44 años, a través de siete cursos de formación; en el apartado familiar, 251 personas fueron atendidas y hasta 780 se beneficiaron de ello llegando hasta las 1.641 respuestas de intervención; en cuanto a los inmigrantes, se atendió a 288 personas, la mayoría de ellas mujeres de entre 25 y 44 años a quienes se asesoró en diferentes ámbitos; el programa destinado a las mujeres atendió a 97 personas, en un 91% españolas y de más de 65 años; y sobre los mayores, 115 personas fueron atendidas, un 77% mujeres, proporcionándoles asesoramiento, préstamos de material ortopédico o acompañamiento en domicilios, entre otras atenciones. Además, 44 personas mayores fueron atendidas dentro del Servicio de Ayuda a Domicilio. A su vez, el Centro Vida acogió a 321 personas, cuando en 2015 llegaron a ser 374. Sin embargo, la media de estancia en el centro ha aumentado llegando a los 18 días y la ocupación estuvo al 96%.

Por último, Cáritas ha mantenido también activas las campañas de emergencia en Haití, Ecuador y Siria, y Godoy destacó que por el campamento juvenil de Villamiel pasaron el verano pasado 470 chavales y el resto del año fue ocupado por 175 personas.