Si preguntas por la organización de la Iglesia Católica más valorada por su trabajo bien hecho y por su labor a favor de los menos tienen, no cabe la menor duda, que la respuesta que más nos encontraríamos es que esa organización es Cáritas. Esa valoración es merecida, porque los hombres y mujeres que trabajan en ella, sean profesionales o voluntarios, demuestran una dedicación y un desprendimiento para estar al lado de los que sufren verdaderamente admirable.

Uno de sus lemas más conocidos, 'Vive sencillamente, para que otros sencillamente puedan vivir', es una llamada a todos, ¡a todos!, para que tomemos conciencia de la realidad en la que vivimos y que dicha realidad, no está muy lejos de nosotros, sino a la vuelta de la esquina de nuestra casa.

Cáritas ha presentado hace unos días, en concreto a finales de septiembre, el balance del trabajo realizado a lo largo del año 2013. Una de sus conclusiones es "que la pobreza se perpetúa en España". Durante ese año 2,5 millones de ciudadanos, 600.000 más que en año anterior, buscaron ayuda en esta institución. El informe apunta a dos tipos de hogares como los más vulnerables: las familias numerosas y las madres solteras. "La crisis se hace más evidente en los hogares con mas miembros y con personas dependientes".

SU INFORME, muy detallado, está lleno de unas cifras, algunas de ellas, son como para echarse a temblar. En uno de sus capítulo hace una llamada a no permanecer impasibles ante esta realidad y nos pide seamos capaces de poner sobre la mesa las causas de la pobreza y promover los derechos sociales de todos. Cáritas nos invita a ser "profetas humildes" para saber analizar la crisis como consecuencia de un marco económico, político y social injusto, porque deja fuera a muchas personas. No puede ser que el crecimiento económico sea la única variable que mueva las decisiones de los que gobiernan. Es necesario ser más sensibles a las necesidades de los que ya no tienen nada.

El reconocimiento de que su gestión quiere estar basada en la calidad, la austeridad y la transparencia me parece una buena aspiración para estos tiempos que corren.