Dobla cucharas, adivina números que otros piensan o el sexo de niños que van a nacer. Esa es la profesión de Juan Carlos Cofrade, conocido desde hace más de un año con su nombre artístico Carlos Santillana, el mentalista. Aunque lleva años dedicado al misterioso mundo de la mente y su poder, su trayectoria ha dado un vuelco en los últimos meses al marcarse públicamente retos que han aumentado su fama y le han servido de reclamo en la televisión y la radio. Como adivinar el Gordo de Navidad del 2004, el sexo del bebé que esperaban los Príncipes de Asturias --ambos con éxito certificado ante notario-- o, el más reciente, parar el reloj de la Puerta del Sol durante las campanadas, que materialmente no logró.

--¿Por qué no pudo parar el reloj de la Puerta del Sol?

--No lo tengo muy claro. Si yo tuviera que desconfiar como desconfía la gente de todo lo que es el mentalismo --a mi me parece bien, que cada uno piense lo que quiera--, yo haría una pregunta: ¿por qué hay cinco relojeros allí si es una máquina, si eso funciona sólo?

--¿Quiere decir que si no hubieran estado esos técnicos, usted hubiera podido parar el mecanismo del reloj?

--Sí, yo creo que sí, y si no por qué ha durado tan poco tiempo el primer minuto del año.

--Esa noche se tenía que adaptar el tiempo a la rotación de la tierra, ¿no?

--Sí, pero era un segundo, y tuvimos un minuto de 42 segundos. Por lo que se manipuló el reloj. TVE quería que mañana --por hoy-- se hubiera vuelto a intentar en directo, pero al final no se ha concretado.

--¿Qué busca usted con este tipo de retos?

--Sobre todo publicidad. A mí no me gusta engañar a nadie. Carlos Santillana lo hace por markéting puro y duro. Hay muchas cosas en la tele que reciben mucha publicidad que no la merecen y el mundo del mentalismo no. El mentalismo no es otra cosa que una magia mental. No se trata de personas que tengan superpoderes mentales, lo que pasa es que hay que tener una agilidad mental muy despierta y rápida.

--¿Usted vive de esto?

--Sí, hace unos meses empecé la gira 2005-06 con mi primer espectáculo de mentalismo Mentes , que ha recorrido varios pueblos de la región, como la feria de Badajoz, y con el que tengo en cartera actuaciones en Valencia, Madrid o Barcelona y varios países de Latinoamérica.

--¿En qué consiste Mentes ?

--Es un espectáculo de unos 90 minutos en los que sobre todo busco que la gente salga con ganas de ir a buscar respuestas en los libros. Hago principalmente números de Ciencia. A la gente les puede parecer magia, pero yo les explico que hay leyes científicas que permiten hacer lo que hago. También hay otros números en los que digo al público datos personales, números de pin de sus móviles, cosas que hicieron al levantarse...

--¿Y cómo lo hace? ¿Es magia?

--Magia mental, sí. El 85% del espectáculo que ofrezco son juegos, el 15% restante es poder mental, intuición pura y dura.

--¿El poder mental es intuición?

--Sí, y confiar en ella.

--¿Cualquiera puede hacerlo?

--Sí, una persona intuitiva y que tenga una preparación severa, dedicando muchas horas a leer, estudiar, observar, meditar... Es igual que los deportistas de élite, que necesitan un entrenamiento muy estricto.

--Muchos piensan que el mentalismo es cosa de charlatanes y engañabobos. ¿Qué les diría usted a esas personas?

--Que saquen al niño que llevan dentro y que intenten ver a los Reyes Magos. Esto es ilusión, no es otra cosa. Yo no le voy vendiendo a la gente que soy una mente prodigiosa ni nada de eso, sino una mente entrenada.

--Entonces, ¿cómo se considera más, artista o mago?

--Artista, porque yo juego con la mente y animo a la gente a pensar, pero sin dar lugar a engaños: cuando se termina el espectáculo, se termina. Soy una persona normal y corriente, nada de Dios poderoso mental.