Ignorado por muchos, pero nunca olvidado. Esperado con anhelo por otros, que con ansiedad rematan sus trajes y canciones para poner de manifiesto que sigue vivo ese Carnaval cacereño, distinto en su idiosincrasia al de cualquier otra ciudad, infravalorado por el propio escepticismo de los cacereños acostumbra-dos a echar culpas ajenas a todo lo que declina.

Reflexio-nemos por un momento, sobre todo las personas que han estado integradas en grupos de Carnaval y que hoy se escudan en comentarios vanales tales como que los organizadores no hacen nada, que el ayuntamiento no financia actividades suficientes y un sinfin de incongruencias para justificar que ya no nos interesa prepararnos trajes ni molestarnos en componer canciones...

Una realidad del Carnaval está ahí latente. Los grupos que intervienen no solamente disfrutan de los días propios de tal evento, sino que fomentan las relaciones humanas a lo largo de todo el año, manteniendo el grupo unido.

Quiero desde estas lineas felicitar efusivamente a todos aquellos que aún luchan por nuestro Carnaval cacereño, para que no se pierda una fiesta popular que nos pertenece, muy especialmente a la Concejalía de Festejos y a la Federación de Agrupaciones Locales del Carnaval Cacereño, por todo el esfuerzo, tarea que no es fácil. Gracias a la buena voluntad de ambas partes hacen que se consiga llegar a feliz término con el proyecto, aunque nunca llueve a gusto de todos.