"Los políticos la han cagado", lo dicen los carnavaleros y carnavaleras y se comenta a los pies de las barras de los bares de toda la ciudad. La administración jamás se tomó en serio nuestro querido Carnaval, antigua celebración documentada desde la Edad Media y con rica personalidad propia a partir del Renacimiento. No han estado a la altura. La grave falta de entendimiento entre la Junta y el ayuntamiento ha convertido la fiesta en un fiasco y los ciudadanos quieren expresar su derecho al pataleo. Lo harán hoy en la plaza del Madroño, cargada de simbolismo por ser el lugar donde históricamente siempre se celebró el entierro de la Sardina. Este año, la cita tendrá un alto significado: a las 20.30 están convocados cacereños y comparsas. La movilización parte del grupo de Facebook "Soy de Las Trescientas", creado en septiembre del año pasado. Por primera vez en la historia de la ciudad se indultará a la sardina, que no perecerá entre las llamas. "La sardina cierra el Carnaval pero en Cáceres el Carnaval no se ha cerrado, no ha terminado porque los políticos no han querido que termine", asegura José Luis González, administrador del grupo de la red social que ha promovido la actividad.

"Están invitadas todas las comparsas que formamos el desfile del pasado sábado y mostraremos nuestra indignación por lo acontecido con el cierre de la carpa de la plaza Mayor. Ya han confirmado su presencia muchas de las comparsas, por lo que esperamos que este acto sirva para que tanto el ayuntamiento como la Junta se den cuenta que estamos unidos, y que llegaremos donde sea necesario para dar a Cáceres el Carnaval que se merece", argumenta González, que ha promovido ya actos de gran participación como las migas o el adelanto de las campanadas de fin de año en la barriada cacereña.

"El Carnaval no se cerró como merecemos por el trabajo de tantas personas en fomentarlo", señala en declaraciones a este diario José Luis González. Por eso, "el Carnaval de 2017 será el de la reivindicación del pueblo después de haberla cagado los políticos. Volveremos a colaborar para permitir que esta ciudad apagada recupere la alegría, la felicidad del disfraz y del cachondeo sano", dice González.

IGUALDAD El responsable del grupo de Facebook recuerda como "desde la época romana el Carnaval era la fiesta de la igualdad en la que ricos, pobres, guapos y feos nos igualamos tras las telas. Antiguamente esta fiesta representaba el desorden, lo prohibido y hasta la propia Iglesia tuvo que claudicar e incluirla en su calendario por la fuerza del pueblo". Esta cuestión sirve a González para preguntarse optimista: "¿Siendo así cómo no vamos a ganar los ciudadanos con nuestra fuerza a los políticos pasotas, a conseguir que esta fiesta vuelva a reimplantarse con fuerza en el invierno cacereño?".

Los carnavaleros invitan a las autoridades a que junto a los ciudadanos "estudiemos cómo queremos que sea el Carnaval 2017" y consideran que el de hoy "es un acto de buena voluntad con la clase política para beneficio de todos, y sobre todo de esta ciudad tan querida". Y hacen una advertencia: "Estaremos atentos a los acontecimientos futuros, estaremos en contacto permanente para que si no fueran oídas nuestras reivindicaciones y no hubiera buena predisposición política, realizar las medidas más convenientes a los intereses generales".

CONVENCIDA Quien también habló ayer fue la presidenta de la Agrupación del Carnaval, Marisa Iglesias. Lo hizo tras la reunión que mantuvo en Múltiples con los concejales del PSOE Luis Salaya y María Angeles Costa, y la secretaria general de Política Territorial y Administración Local de la Junta de Extremadura, Nieves Esteban Paz. A Iglesias la convencieron: "Con los decretos y la normativa en la mano, la competencia de la instalación y el horario de la carpa era del ayuntamiento, podrían haberse acogido incluso al silencio administrativo si no recibieron contestación de Mérida, pero no lo hicieron y ahora quieren echarle la bola a la Junta, y ellos lo saben perfectamente. Esto funciona como las casetas de la feria y es competencia municipal. En el ayuntamiento lo han hecho tarde, lo han hecho mal y sigo preguntándome por qué ha pasado todo esto".

Una molesta Marisa Iglesias añadía entre el cabreo y la impotencia: "Desde el ayuntamiento ni me han llamado. Eso es algo muy feo. Ni una disculpa. Nada. Y encima quieren manipularnos políticamente. No sé si hay una mano negra que haya presionado. Pero no entiendo nada, ni la actuación de la policía, que no nos avisaran con antelación de que se iba a cerrar la carpa. Y nosotros pensando que podríamos estar allí hasta las seis de la mañana y a las tres tuvimos que marcharnos".