Mientras que en el casco urbano son los estacionamientos indebidos los que causan un mayor número de denuncias, en las carreteras de la provincia lo es el exceso de velocidad. La Jefatura Provincial de Tráfico tramitó un total de 34.615 denuncias en la red viaria cacereña durante el último año. La mayoría de ellas, aproximadamente un 40%, fueron impuestas por exceso de velocidad, una infracción que sigue siendo la más frecuente en carretera. Tras ésta se sitúa la de conducir motocicletas sin casco de protección, vehículos sin cinturón de seguridad o conducir mientras se mantiene una conversación por el teléfono móvil. También suelen ser elevadas las sanciones por adelantamientos incorrectos, aproximadamente un 12 por ciento del total.

El exceso de velocidad suele multarse con entre 300 y 600 euros (50.000 y 100.000 pesetas), sanción económica que puede ir acompañada de la suspensión del carnet de conducir entre uno y tres meses. No llevar el cinturón o circular en moto sin casco se paga con entre 92 y 301 euros; y hablar por el teléfono móvil mientras se conduce puede multarse hasta con 91 euros.