DEPORTE

Partidismo

J. V. Clemente

Cáceres

En España cuando uno habla de deporte siempre se piensa en el fútbol. ¿Por qué? Pues porque hay un cierto favoritismo en los medios de comunicación. En todos los canales de televisión en los que se emiten deportes se suele hablar de fútbol.

Dentro de este tiempo que se le dedica a los deportes, se habla del fútbol un 90% del tiempo y se deja un 10% a las demás disciplinas como tenis, baloncesto... También hay partidismo futbolístico dentro de los medios de comunicación, porque siempre que se habla del fútbol se habla del Real Madrid y del Barcelona, apenas se mencionan otros equipos, de estos por ejemplo se salva el Atlético de Madrid.

En mi opinión, creo que tales tipos de partidismo o favoritismo deberían de acabarse, ya que un aficionado al tenis, por ejemplo, tiene los mismos derechos que uno del fútbol. Los aficionados de estos otros deportes también tienen derecho a estar informados de cómo evolucionan sus equipos y de cómo transcurren sus ligas.

Además, me gustaría que no hubiera tanto peloteo en algunos medios con los principales equipos de fútbol.

SOCIAL

Blanco, rojo...

M. Kabongo

Cáceres

Contra todo lo que la población pueda pensar, y a pesar de que vivimos en el siglo XXI, aun me asombra que el racismo siga vigente en nuestras vidas.

No hay semana en la que no aparezcan en un telediario, periódico o radio, noticias abrumadores sobre la cantidad de racismo que hay en el mundo. ¿Qué dice esto de nosotros? En una sociedad en la que el hombre negro sigue discriminado y juzgado sin razón, donde gente es asesinada por el simple hecho del color de piel... ¿Qué nos deparará el futuro? ¿Acabaremos terminando con nuestra propia existencia?

No solo contaminamos y matamos otras especies sin cuidado, sino que, no conformes con esto, nos dedicamos a hacerlo con la nuestra propia. Aquí es cuando me detengo a pensar y me avergüenzo de los de mi propia clase.

La noticia sobre el asesinato a un civil negro a manos de un policía blanco acontecida hace unos días es sin duda un claro ejemplo de que la igualdad no existe, peor aun fue la noticia de dos días después: otro civil era asesinado en las mismas circunstancias y por la misma razón. Ninguna, porque no hay alguna razón en el mundo para acabar con la vida de alguien. Y es que en lo que va de 2015, ésta ha sido la suerte de 319 civiles más.

Todo ello no parece afectarnos mucho, ya que nada tiene que ver con nuestro pacífico país, pero incluso aquí en Cáceres la gente es discriminada por ser diferente. Muchos de ustedes no contratarían a un gitano por el simple hecho de serlo.

Todos somos culpables, es un hecho. Importan más los prototipos impuestos por los poderosos que la propia igualdad. ¿Qué mas da blanco, rojo, amarillo o negro? Lo que importa está por dentro.

VIOLENCIA DE GENERO

De la ficción a larealidad

Elena Lafuente

Cáceres

Cada día aumentan más los casos de violencia de género en parejas jóvenes. Problemas que comienzan con actitudes autoritarias o posesivas hacia la pareja, terminan en abusos. Los peor es que las mujeres que son objeto de abusos lo ven como algo normal o inevitable. Cuando, por supuesto, no lo es. Estas actitudes deber ser denunciadas, no aceptadas. Son muchas y muy variadas las razones que provocan los abusos, pero para mí una de las causas más graves es la aceptación de estas a través de medios de entretenimiento, como el cine y la literatura, sobre todo dirigidas a los jóvenes, donde venden el prototipo de chicos malos como algo bueno. Un buen ejemplo es el libro 'After', publicado a principios de año. En la contraportada se lee en letras grandes: 'After, la historia de amor que todos querríamos vivir'. ¿Todas querríamos que un chico nos revise los mensajes, no nos permita ver a nuestros amigos o deba darle su aprobación a la ropa que vestimos? A mí me parece que no. Estos tipos de libros y películas, en mi opinión crean una imagen distorsionada en muchos jóvenes de lo que debe ser el amor.

La gran ironía es que historias relacionadas con suicidios, incestos, trastornos alimenticios o el LGBT (siglas lesbianas, gais, bisexuales y travestis) estén vetadas o duramente refrenadas en el cine o la literatura destinada a jóvenes por considerarse tabúes, y en cambio se vea como algo normal la violencia y los abusos.